
Territorio, prevención, capacitación, tecnología… Igual a nueva auditoría
Suspendida por razones extrañas la audiencia informal en Canadá del presidente Donald Trump a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y con un encuentro de alto nivel sin fecha fija, el Gobierno de Estados Unidos acaba de dar un paso estratégico que estaría significando la verdadera prioridad de su agenda con México: la ofensiva extraterritorial contra las bases del Cártel Jalisco Nueva Generación en territorio mexicano, pero en la lógica de que se asume como una organización terrorista.
Ello quiere decir que no tardará Estados Unidos en comenzar a presionar nuevamente en el envío de tropas especiales americanas a México bajo el argumento unilateral de que el CJNG opera –según la última evaluación de mayo de la DEA— no solo en las 32 entidades federativas mexicanas, sino que sería el segundo cártel más agresivo con células semiautónomas dentro de territorio estadounidense para el tráfico de personas, de drogas y de huachicol o gasolina robada.
La argumentación del Departamento del Tesoro, apoyada por el Departamento de Estado, la DEA, la CIA y hasta la embajada americana en México, es que el Cártel Jalisco nació y se consolidó sin ninguna objeción por parte del Gobierno mexicano, a diferencia de la persecución creciente contra el Cártel de Sinaloa y el arresto, deportación y hasta secuestro de sus principales líderes, hoy negociando con el gobierno de EU a cambio de información sobre sus apoyos políticos.
El dato más importante de la ofensiva anunciada el miércoles contra el Cártel Jalisco tienes que ver con el contexto de movimientos geopolíticos: justo después del anuncio formal de la presidenta Sheinbaum la mañanera sobre un presunto Acuerdo General bilateral, luego del anuncio del vicecanciller –o subsecretario de Estado– Christopher Landau de que ya hubo –sin tener esa información veraz– acuerdos entre los dos países en materia de seguridad y posterior a una nueva llamada telefónica –la octava– entre Palacio Nacional y la Oficina Oval para reiterar voluntades más de acercamiento o contactos que verdaderas negociaciones de la nueva agenda bilateral.
La declaración de la presidenta mexicana dejó ver que México abandonó ya todos los mecanismos que existieron con la administración de Joseph Biden en el contexto del pomposo Diálogo de Alto Nivel y sus acuerdos correlativos y que ya se entró al modelo de “Acuerdo General” en cuanto menos tres temas realmente muy generales: migración, seguridad y comercio, pero tomando en cuenta que son los temas definidos solo por México. La presidenta informó que comentó con Trump de este acuerdo y que el presidente estadounidense habría dicho que sí…, pero no cuándo.
La decisión anunciada por el Departamento del Tesoro el miércoles contra el Cártel Jalisco está basada en el criterio extraterritorial que inventó el presidente Barack Obama en 2011 para caracterizar a grupos delictivos mexicanos como organizaciones criminales transnacionales y que trajo consigo el criterio de que Estados Unidos aplicaría su sistema de Justicia en territorio mexicano contra bandas delictivas mexicanas, solo que enriquecido ese intervencionismo con una segunda caracterización extraterritorial más grave: asumir a los cárteles del narco mexicano en México como organizaciones terroristas que estarían tratando de destruir a Estados Unidos.
En una de las llamadas telefónicas con la presidenta mexicana, el presidente de Estados Unidos dijo haber pedido que fuerzas militares regulares americanas –Ejército y Marines, concretamente– pudieran ingresar a México a perseguir y destruir los nidos del narcotráfico en territorio mexicano, bajo la argumentación de que las células de nueve cárteles mexicanos que operan en EU –según los últimos reportes de la DEA– tienen su centro estratégico y de inteligencia En México.
En este sentido, no tarda Estados Unidos en comenzar a realizar operaciones dentro de México contra el Cártel Jalisco a partir de estos dos mecanismos extraterritoriales: asumir que las bandas son trasnacionales y que en Estados Unidos no se podrán desarticular si no se atacan en México y echar todo el poder bélico de Estados Unidos o un organización terrorista –equiparable, de acuerdo con las listas oficiales, con Al Qaeda– que convierte el tráfico de drogas en un instrumento de destrucción De Estados Unidos.
La decisión anunciada el miércoles por el Departamento del Tesoro está por encima de cualquier acuerdo general porque estaría construido con la base unilateral y extraterritorial para ver a México como el territorio de un país que deja operar a organismos criminales que quieren destruir el american way of life o modo de vida americano.
En términos de seguridad nacional se puede considerar que el acuerdo del Departamento del Tesoro contra el Cártel de Jalisco es la verdadera agenda prioritaria de Estados Unidos con México.
-0-
Política para dummies: la política es poder y gana quien la ejerce.
Tik Tok y Pregúntale a Carlos Ramírez en http://elindependidente.mx
El contenido de esta columna es responsabilidad exclusiva del columnista y no del periódico que la publica.
@carlosramirezh