El enemigo
A principios de 1977, casi todo mexicano quería ver a Luis Echeverría colgado del palo más alto pues lo responsabilizaban de la tragedia económica del país. En ese entonces se dijo que andaba en Francia y la raza que no perdona le compuso este estribillo: Cómo que ya se fue/ cómo que está en París/ vamos haciendo cuentas/ venga pa acá don Luis.
Esto viene a cuento porque el 26 de marzo Jorge Miguel Uscanga Villalba presentó su renuncia “por motivos personales” a la subsecretaría de Educación Media Superior y Superior de la SEV. Y no faltó quien dijera “¿Cómo que ya se fue? ¿Y el tiradero que dejó, qué?”
Pero se fue. El gobernador Cuitláhuac García le aceptó sin chistar la renuncia y nombró en su lugar a Lisset Camacho Muñoz.
Si por algo destacó Jorge Miguel a su paso por la subsecretaría fue por los señalamientos de corrupción, desvío de recursos, además de extorsiones, chantajes y amenazas a los maestros que no se plegaban a sus órdenes.
El tipo tejió una red de complicidades que van desde aviadores en las prepas, hasta infiltrados en tecnológicos. “Ha colocado en puestos clave a gente de su absoluta confianza con el único objetivo de medrar según sus intereses” denunció un maestro.
“Uscanga Villalba lucra con todo, hasta con las plazas. Y cada quincena se abulta más su ya de por sí abultada cuenta bancaria y la de sus cómplices más cercanos”, denunció otro.
Lo que es un hecho, es que a pesar del sinnúmero de señalamientos goza de una descarada impunidad que viene desde arriba y que le permitió salir de la SEV sin ninguna mácula… aparentemente.
Frustrado porque no fue titular de la SEV ni será candidato de Morena a la alcaldía de Xalapa, Jorge Miguel se ha empeñado en “apoyar” a uno de los tres contendientes a la gubernatura con dos propósitos: seguir pegado a la ubre presupuestal y seguir gozando de impunidad.
Descarta lector a Polo Deschamps que no ganará la gubernatura en esta vida y anda como alma en pena tratando de juntar los votos suficientes para que Movimiento Ciudadano no pierda su registro en Veracruz.
Descarta también a José Yunes que lo que menos desea es a un corrupto en su equipo.
A quien le está guiñando el ojo es a Rocío Nahle, tan es así que el domingo subió este comentario a sus redes: “Hoy inicia campaña a la gubernatura del estado de Veracruz la ingeniera Rocío Nahle García, son 8 ejes en los que basa su propuesta de trabajo, les invito a conocerlos”.
Pero descarta también a la zacatecana.
“¿Más ladrones y corruptos? No manito, con los que tenemos nos basta y nos sobra”, me dijo con sorna mal disimulada un miembro del equipo de campaña de Rocío.
Y si ninguno se deja “apoyar”, aguas profe.
Luis Echeverría terminó burlándose de los mexicanos que lo acusaron de ladrón y hasta de magnicida por las matanzas del 68 y el Jueves de Corpus.
Pero Uscanga Villalba no es ni ha sido presidente de la nación, sino un subsecretario más (de los que hay por cientos en el país), que en el lapso de unos años se ha hecho de una fortuna que difícilmente podrá comprobar ante la Auditoría Superior de la Federación, el ORFIS o el SAT.
Sin el apoyo de Cuitláhuac, el otrora poderoso y temido (por los maestros) funcionario, es casi casi hombre al agua.
Pepe y Xóchitl se comprometen con los jóvenes
“Vamos a ganar esta elección para abrir las oportunidades de empleo y realización personal para cada joven de este estado. Veracruz tendrá en Xóchitl Gálvez una aliada perfecta”, afirmó Pepe Yunes al encabezar, al lado de la candidata a la Presidencia de la República, el lanzamiento de la Campaña Juvenil X24.
El candidato agregó: “Quiero ser gobernador de Veracruz con el apoyo de los jóvenes veracruzanos, para hacer propias sus causas, sueños, anhelos y razones”, y reconoció en Xóchitl a “una mujer que tiene claro lo que se puede hacer desde el gobierno para encauzar esta energía, porque tiene visión de futuro y sabe lo que un joven necesita para crecer y salir adelante”.
Al hablar de la difícil situación actual, recordó que hace 27 años Veracruz contaba con un millón 600 mil habitantes en edad productiva más que ahora. Después de estos cinco años, esa cantidad ha crecido debido a que quienes aquí nacen, se forman y estudian una carrera, para ejercerla, tienen que irse a buscar oportunidades fuera de su estado, un estado que lo tiene todo. “La juventud no merece esto”, aseveró.
Por su parte, Xóchitl Gálvez denunció que las Universidades del Bienestar fueron un fraude y se comprometió con los jóvenes veracruzanos a cumplir cada uno de los compromisos de su agenda, comenzando por la seguridad para que salgan a divertirse sin temor, al contar con policías bien pagados y capacitados. A las y los jóvenes “los voy a cuidar como cuido a mis hijos. Ya no van a tener miedo de salir”, les aseguró.
Saldo blanco en Tuxpan
Todo se conjuntó para que los días se Semana Santa fueran inolvidables para los miles de turistas que se dieron cita en Tuxpan: el clima, las playas limpias, la buena comida, la hospitalidad de los tuxpeños y sobre todo la seguridad.
¿Resultado? Hubo saldo blanco.
Según las autoridades de Protección Civil, Tuxpan registró una afluencia turística mayor a los 100 mil visitantes, lo que se está haciendo una sana costumbre.
De acuerdo con datos extraoficiales, los hoteles estuvieron al 100 por ciento de su capacidad, al igual que los restaurantes y centros nocturnos.
“Será hasta la próxima semana cuando hagamos un balance de la derrama económica que hubo en Tuxpan el jueves, viernes, sábado y domingo santos, que fueron los días de más afluencia. Pero puedo adelantar que será mejor que la del año anterior en el que aún nos afectó la pandemia” dijo un hotelero.
Protección Civil también dio a conocer que gracias al operativo de seguridad que se implementó tanto en las playas como en las entradas al puerto de los bellos atardeceres, el saldo fue blanco.
“Nuestro destino por estas fechas eran las playas de Acapulco, pero con lo del huracán Otis venimos a Tuxpan y la verdad es que mi familia y yo nos vamos felices. Nos gustó todo: las playas, la comida, la gente y ya nos hicimos el propósito de regresar el año próximo”, dijo Julio Díaz, que llegó al puerto procedente del Estado de México.