Carlos Ramírez/Indicador político
A pesar de lo que diga el señor gobernador Cuitláhuac García, Veracruz es un estado violento. Y la violencia al igual que el coronavirus agarra parejo, es decir no respeta credo, posición social o partido político. En relación a esto último checa el dato lector: del 2018 al 2022 se registraron en la entidad 112 agresiones a actores políticos entre amenazas, ataques, atentados y asesinatos, lo que no sólo es lamentable; es cruento.
De acuerdo con un estudio que lleva el elocuente nombre de “Votar entre balas”, desarrollado por la organización Data Cívica e investigadoras del Programa para el Estudio de la Violencia del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), en los últimos cinco años se han registrado en el país 945 eventos de violencia criminal- electoral y Veracruz lidera la lista de entidades con más ataques, seguido de Oaxaca, Guerrero y Guanajuato.
Con estos antecedentes era para que el gobierno estatal pusiera especial énfasis en la seguridad de los futuros candidatos. Pero no…
El gobernador dijo en su conferencia tardecera de este jueves que no habrá seguridad especial para ellos. “Estaremos brindando seguridad a todos por igual… parejo. De la misma manera que a un ciudadano normal”.
Futa…
Algún consejero, asesor o como llamen a la caterva de buenos para nada que tiene y que para lo único que sirven es para aplaudirle sus dislates, debería desquitar su sueldo y hacerle ver que si los candidatos van a recibir la misma seguridad que recibe cualquier hijo de vecino, correrán un riesgo inminente porque en Veracruz el ciudadano “normal” no recibe ningún tipo de protección policiaca.
Dejar que los candidatos anden a la buena de Dios por el territorio estatal es exponerlos y exponerlos en serio.
De acuerdo con el informe de Data Cívica, entre 2018 y 2022 ocurrieron en Veracruz 67 asesinatos, 25 ataques armados, ocho secuestros, seis amenazas, cinco atentados y dos desapariciones contra personas del ámbito político y de gobierno.
Pero el gobernador fue muy cruel. “No se puede montar una guardia especial para cada candidato”. Ah caray, ¿112 políticos atacados no son suficiente motivo para proteger a los que participarán en las elecciones del próximo año?
Pues al parecer no para el gobernador, que de inmediato se amarró el dedo: “No creo que (los candidatos) nos vayan a pedir (seguridad); no nos han pedido”.
En un estado violento como el nuestro, es obligación del gobierno brindar protección y seguridad a la ciudadanía y a las personas del ámbito político sin necesidad de que éstas lo soliciten. Si no hay los suficientes elementos, esa es bronca del gobernador. Y es una bronca que él debe resolver porque para eso le pagan, como le pagan la protección policiaca y la guarurada que lo acompaña todos los días.
Le guste o no le guste, cada político o actor político atacado desde hoy y hasta que termine el proceso electoral será su responsabilidad, como lo son los 112 atacados del 2018 al año anterior.
Alguien debe decirle que aunque le queden unos meses a su sexenio ya se ponga a gobernar porque lo que dijo este jueves fue deplorable. Mandar el tétrico y desalentador mensaje a los candidatos (rásquense con sus uñas y que Dios los cuide porque yo no puedo), no es más que otra manifestación de su incapacidad, ineptitud e inoperancia, que es lo único que ha mostrado en estos cinco años de su malhadado gobierno.
Nacho Morales informa
Mañana sábado rendirá su Segundo Informe de Labores el alcalde de Altotonga, Ignacio “Nacho” Morales, que ha logrado en dos años algo que parecía imposible: convertir a su municipio en uno de los más limpios del estado y darle seguridad a la ciudadanía. Lo que trajo tranquilidad y permitió la reactivación de la economía.
De ser un muladar, Altotonga está convertido en un municipio donde están asentadas varias maquiladoras, tiendas departamentales y de conveniencia, farmacias, bancos y gasolineras que no había hace dos años, como tampoco había el turismo que hoy llega a ese municipio.
Uno de los sueños de Ignacio es hacer un Tecnológico que atraerá al estudiantado de al menos cuatro municipios cercanos. Ya está el terreno, ya está el dinero para comenzar la obra, ya están las ganas de hacerla, pero todo está detenido porque Nacho es alcalde del PRI y el gobernador (que es quien debe autorizar la obra) es de Morena.
Pero el joven político no pierde el optimismo.
En charla con periodistas del Grupo de los Diez, dijo que espera que en la segunda mitad de su mandato se haga realidad el proyecto del Tecnológico.
Por lo pronto este sábado rendirá su Segundo Informe y tendrá mucho que informar.