Carlos Ramírez/Indicador político
El viernes anterior hubo una especie de cierres de campaña de los aspirantes a coordinar la defensa de la 4T en Veracruz y el más activo fue el ex titular de la SEV, Zenyazen Escobar, que a pesar de que dijo que si se trata de género declinará por Rocío Nahle, ha caminado la legua en busca de ganar la encuesta.
Los “cierres” estaban más que justificados porque todo estaba listo para que hoy lunes se conociera el nombre del afortunado o afortunada. Pero el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, enfrió a los contendientes al anunciar que la zozobra, ansiedad, desasosiego y el insomnio se alargarán por unos días, ya que los resultados se darán a conocer de este viernes al otro, es decir, el 10 de noviembre.
Esto lo aprovechó el ex secretario de Gobierno Eric Cisneros que madrugueteó el sábado y se proclamó ganador. “A las y los veracruzanos les digo: ya somos ganadores de la encuesta, por nuestras convicciones, por nuestro trabajo y contacto permanente y porque hemos defendido nuestra identidad. #GanamosLaEncuesta”, escribió en sus redes.
Manuel Huerta, ex delegado de los programas del Bienestar, urgió a la dirigencia Nacional de Morena a acelerar los resultados “porque la gente está en la percepción de que ganamos la encuesta y quiero confiar en que se anunciará al pueblo la buena noticia cuanto antes… de lo contrario habrá mucha desconfianza… Lo único que estoy exigiendo es que se entreguen los resultados ya”.
De Sergio Gutiérrez no se supo nada, y es que ya nada espera el minatitleco del resultado.
Rocío Nahle es como el América; le cae mal a medio mundo pero va arriba en las encuestas y es difícil que la alcancen. Y si la alcanzan e incluso si la rebasan no pasará nada porque la decisión a su favor ya está tomada.
Una fuente, no muy digna de crédito pero fuente al fin, me dijo que el arroz ya se coció y quedó de la siguiente manera: Rocío será candidata a la gubernatura; a Manuel y Zenyazen los espera una curul en el Senado y Eric será diputado local y presidente de la JUCOPO. “La cámara húngara que están armando Manuel y Eric es para darle más sabor al caldo, pero al final se van a alinear a los designios de nuestro guía Andrés Manuel”.
¿Será?
Para empezar, Eric Cisneros es el único funcionario de Morena que se le ha trepado a las barbas a López Obrador al que ha desobedecido hasta en un par de ocasiones. En ambas, el presidente lo “invitó” a renunciar a su cargo si quería aspirar a un puesto de elección popular y a quitar los cientos de espectaculares donde los paisanos afrojarochos le dan las gracias por “hacernos visibles” (como si antes de Eric hubieran sido invisibles). Pues bien, en las dos ocasiones el nativo de Otatilán lo mandó al diablo.
Eric renunció a la secretaría de Gobierno cuando se le pegó la gana y no ha dejado de hacerse propaganda en abierto desafío a una orden presidencial.
Manuel Huerta anda rabioso desde hace varias semanas porque asegura que no hay piso parejo. Y con esto como pretexto no ha dejado de lanzar sus dardos envenenados contra Rocío Nahle y contra el mismo Eric.
Moreno de los duros y amigo personal del presidente a quien tutea en privado, nadie cree que Manuel se vaya a contentar con una senaduría cuando se siente con más derecho que Rocío de ser no solo candidato, sino gobernador.
En lo personal no creo que esta guerra de guerrillas entre estos dos personajes contra la virtual ganadora sea para darle más sabor al caldo, pero si siguen así el caldo va a salir del asco.
Todo hace suponer que después del 10 de noviembre habrá una ganadora acotada y dos perdedores ardidos, que buscarán por todos los medios seguir haciéndose daño incluso a costa de una derrota en el 2024. Porque así son de ambiciosos, egoístas, perversos y ladinos.
¿Tu qué piensas, lector?