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BOCA DEL RÍO, Ver., 26 de mayo de 2020.- El ayuntamiento de Boca del Río trabaja para prevenir casos de violencia infantil o adolescente durante el aislamiento social, y la atención en caso de sufrir algún tipo de señal de violencia puede realizarse de manera anónima a la Procuraduría del Niño, Niña y Adolescentes de la ciudad, marcando el número (229) 202 22 22 extensión 1345.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, en Inglés (United Nations Children’s Fund), “Los derechos de la infancia NO se interrumpen ante una emergencia, por el contrario, una emergencia como el COVID-19 requiere de esfuerzos extraordinarios para proteger el pleno derecho de todo niño, niña y adolescente a la salud, educación, igualdad y protección”.
De esta manera, el ayuntamiento, preocupado por los niños y adolescentes de la ciudad, atiende cualquier situación que los ponga en riesgo a través de la denuncia.
Se recomienda identificar que el maltrato infantil no consiste sólo en agresiones y abusos físicos, sino en las graves consecuencias psicológicas que se presentan en el desarrollo de los niños, niñas y las adolescentes, pues es importante reconocer las señales de maltrato y alertar de este problema y de forma conjunta asumir la responsabilidad de protegerlos.
Asimismo, se exhorta a reconocer las señales de advertencia del niño: señales físicas repetidas: ojos morados, magulladuras, quemaduras; cansancio o apatía permanente, cambio significativo en la conducta escolar sin motivo aparente, conductas agresivas o berrinches severos y persistentes; relaciones hostiles y distantes, actitud hipervigilante; conducta sexual explícita e inapropiada para su edad y conducta antisocial o sintomatología depresiva.
Mientras que algunas señales de padres que ejercen abusos físicos o psicológicos sobre sus hijos son las siguientes: ejercen violencia física; ejercen violencia psicológica; no parecen interesarse por el niño(a); se saltan las citas y reuniones escolares; desprecian a su hijo en público; hablan del niño como si se tratara de una propiedad; hablan de problemas familiares o de pareja; no permiten al niño contactos sociales; abusan de sustancias tóxicas; justifican la disciplina rígida y autoritaria, y habitualmente utilizan una disciplina inapropiada para la edad del niño.
Cabe señalar que esas señales aisladas no significan maltrato infantil, pero si llegaran a ser repetitivas es una señal de alerta por lo que es necesario interponer la denuncia anónima.