AMLO: voto parejo
Seguro de que su arroz ya se coció, como le gusta decir a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en alusión a la ventaja abrumadora que le conceden todas las encuestas electorales de aceptable confiabilidad para la Presidencia de la República. El candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena-PES-PT), en este tramo final, se centra en reiterar sus mensajes de proyecto de cambio y compromisos, a la vez que en promover la consigna para la jornada electoral: pide el voto parejo para todos los candidatos de su coalición.
Esa línea de discurso que trae AMLO desde hace cierto tiempo, la consigna del voto parejo, con la cual busca trasladar su reconocido liderazgo y representación como opción de cambio político –el efecto de marca– al resto de sus compañeros de boleta electoral, la puso en acción ayer en Xalapa.
Pocos de los informados dudan a estas alturas que a 25 días de la elección pueda revertirse la tendencia que pone a AMLO con una intención de voto entre el 50 por ciento o más, superior en cuando menos 20 puntos del segundo lugar, sea Ricardo Anaya o José Antonio Meade.
Por eso, descartando que AMLO no alcance la Presidencia de la República, hasta ahora que gane es el escenario más probable; lo importante, desde su perspectiva de grupo político, es darle viabilidad a su actuación en el Poder Ejecutivo. Para poder aplicar el plan de reformas que propone AMLO se requiere que su coalición obtenga una favorable composición del Congreso de la Unión –diputados y senadores–. Además de tener una adecuada coordinación con los gobiernos estatales, que se van elegir.
En el espectáculo que monta AMLO en los actos de masas –como el de ayer en la Plaza Lerdo–, se ve que la multitud lo adora como rockstar. Con tantos años de mover el abanico es un consumado actor en escena, en su particular estilo populachero, una oratoria de sketches, donde desfilan la austeridad, el combate a la corrupción, la voz del pueblo, el gobierno sencillo y humilde, la cuarta transformación nacional, etc.; todo indica que AMLO de modo personal tiene asegurada la votación, lo que falta es que consiga hacer efectivo el voto parejo, no diferenciado, para los demás actores secundarios de su obra.
Que no hay empate técnico en Veracruz-Arriba Cui
No acepta López Obrador que el hijo del gobernador Yunes y Cuitláhuac estén empatados en las encuestas, refutó ayer de nuevo, sin citarlo, los datos del diario Reforma del pasado 23 de mayo, en la que registraron además la ventaja de AMLO de 20 puntos sobre Ricardo Anaya (52-32), es decir, una tendencia de voto diferenciado en Veracruz.
Según AMLO –lo mismo dice Cui–, es “prensa vendida”, quieren transmitir el mensaje de que el Peje si gana, pero no Cuitláhuac, para ellos, lo cierto es que aventajan también para gobernador por 15 puntos (aunque no divulgaron sus encuestas). Como sea, AMLO como animador del público volvió en el mitin a la carga del voto parejo, a la disuasión del voto diferenciado o cruzado, y alertó para la defensa del voto. “Va a ganar ya sabes quién y Cuitláhuac también”.
Contra los Yunes
No podía faltar en el discurso de AMLO otro de los temas populares en Veracruz, la crítica a la pretensión del actual gobernador Miguel Ángel Yunes Linares de dejar como sucesor a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez, candidato del frente PAN-PRD-PT. AMLO capitaliza la molestia y el rechazo de muchos en Veracruz con el proyecto re-eleccionista y de perpetuación en el poder de los Yunes, además que en estos 17 meses de gestión del padre ha creado más problemas que los que pudo resolver; con la violencia criminal desbordada, la economía en recesión, la pobreza en aumento y los negocios con empresarios favoritos en marcha, ha resultado fallido y corrupto.
¿Cómo se le ocurre al gobernador de Veracruz meter de candidato a su hijo?, es la pregunta retórica de AMLO a la audiencia. Y sigue: “nunca en la historia de México un gobernador ha dejado a su hijo de gobernador… es un insulto, una falta de respeto… pero los veracruzanos no lo van a permitir”.
En su actuación de telonero, el candidato a gobernador Cuitláhuac García también se aventó su arenga anti-Yunes, primero lo expuso como cómplice de la delincuencia: “Tengo los datos de cómo se han ido haciendo guaje con varios grupos y delincuentes”. Y luego como ladrón: “después de gobiernos tan corruptos, no era posible que se volviera a caer en otro gobierno tan ladrón como el que hoy encabeza este señor que ahora quiere imponer a su hijo”. Y para rematar con estribillo: “Lo quieran o no lo quieran, los Yunes van para afuera”. La cita del voto parejo es el 1 de julio.