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XALAPA, Ver., 16 de octubre de 2024.- Para el reconocido ideólogo y líder nacional del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán, el neoliberalismo que el exmandatario Andrés Manuel López Obrador decretó muerto desde Palacio Nacional al inicio de su gestión como Presidente sigue imperando en el país, representando una pobreza más cruda para millones de mexicanos.
También refiere que López Obrador promovió la centralización del poder, pero no observa que, con ello, las mayorías en México alcancen el bienestar prometido por la 4T, pues el principal reto de su sucesora, la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum, es el crecimiento económico, dijo en entrevista con Francis Martínez.
Del país que usted vislumbró en la década de los setentas cuando fundó este movimiento popular, el antorchismo ¿Cuál es la visión que tiene de México hoy por hoy?
Cuando Antorcha nació el problema fundamental del país era básicamente la desigual distribución de la riqueza nacional que, a su vez, se traducía, por las características de la economía mexicana de entonces, en pobreza y desigualdad y los problemas sociales que se derivan de esta situación. Por esas razones nació el Movimiento Antorchista en Tecomatlán, Puebla, tratando de luchar contra estos flagelos.
En la actualidad, al final del sexenio del ya expresidente López Obrador, sigue siendo en esencia el mismo problema: la riqueza se ha concentrado más. Es decir, en relación con el problema de la desigualdad y la pobreza y los males que la propia pobreza acarrea, no se han modificado en lo fundamental. Sin intención de exagerar nada, ni buscar puntos flacos, para dar una opinión negativa, considero que la situación de México ha variado muy poco en lo esencial. El problema fundamental sigue siendo la desigualdad, la gran concentración de la riqueza y el crecimiento de la pobreza, cuando menos en términos cuantitativos.
El neoliberalismo se aplicó en los gobiernos del PRI, del PAN y ahora toca evaluar a Morena en el poder, que se decía una fuerza de izquierda ¿El proyecto político del presidente López Obrador combatió el neoliberalismo?
El neoliberalismo, desde la perspectiva de los estudiosos, es un cambio en la economía a nivel mundial. No es exclusivo de México. Fue impuesto al Mundo Occidental a las economías de mercado, por Margaret Thatcher en Inglaterra y por Ronald Reagan en Estados Unidos que, en esencia, pide reducir al mínimo las prestaciones de las masas obreras, desde los salarios hasta la edad de la jubilación. Existe una guerra abierta para subir la edad de la jubilación, primero de 60, 63 y ahora de 63 a 65 años, con tal de gastar menos en la clase obrera. Pero también, pide recortar todos los servicios sociales que la democracia liberal reconoce como obligación de los gobiernos respecto a sus pueblos, por ejemplo, la educación gratuita, la salud, las ayudas para mejorar la vivienda y otros servicios como el gas, la electricidad barata, el agua potable asegurada, etc. En el caso de los servicios sociales pide que se privaticen para que el gobierno deje de gastar en ellos y requiera mayores ingresos y por lo tanto pueda bajar los impuestos a las grandes empresas, a los grandes capitales.
A México se nos impuso por Estados Unidos como condición para ayudar al país a salir de la crisis económica. Su parte culminante llegó con Carlos Salinas de Gortari y cuando el presidente López Obrador tomó el poder, poco tiempo después, declaró, en acto oficial, en Palacio Nacional, que el neoliberalismo quedaba anulado. Pero esto no podía convertirse en una realidad porque el neoliberalismo es un fenómeno mundial. Y las medidas que exige para que haya un buen flujo de inversión, de préstamos de capitales del exterior hacia México, no las puede suprimir ningún Presidente de la República por decreto. Actualmente, el neoliberalismo en México sigue estando totalmente en funciones, hay cifras, existen indicadores económicos que así lo demuestran.
Usted ha analizado que el expresidente López Obrador dejó una serie de cambios políticos. ¿Cuáles son éstos y qué naturaleza tienen?
Sí. En el terreno económico el cambio es realmente mínimo. Es en el terreno político donde se manifiesta más claramente la mano del expresidente López Obrador, así como en los cambios que están en camino de producirse, porque su plan todavía comprende muchas reformas que pueden ser trascendentales. Algunos ya son una realidad o cuando menos ya son ley; y, otros que están por venir, sí pueden repercutir en la vida del país de manera significativa, por ello, los mexicanos debemos entender mejor lo que esto representa.
Lo que ha ocurrido básicamente es la demolición del viejo Estado mexicano. ¿Cuál era la médula del Estado mexicano? La teoría democrática liberal del siglo XVIII, anterior a la Revolución Francesa, cuyo pilar fundamental es la división de poderes en Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El presidente López Obrador piensa, quizás -sugiero yo, no lo puedo asegurar-, teniendo en mente lo que ocurrió en la Comuna de París, después de la invasión de Alemania a Francia en 1870, concentrar el poder en un solo órgano, en este caso, en la personalidad del Presidente de la República, porque hasta este momento, el Poder Ejecutivo lo representa el Presidente. El último golpe al sistema democrático fue precisamente la demolición del sistema judicial y la propuesta de que se integre de otra manera mediante el voto popular.
Entonces hay una demolición de la forma en que ha venido operando el Estado mexicano y evidentemente hay un proyecto para crear otro modelo de gobierno, ¿en qué va a consistir ese modelo? Hasta ahorita solo podemos decir que se está concentrando el poder en manos del Presidente, en manos del Poder Ejecutivo, pero no podemos decir si así van a quedar las cosas o si van a crearse otras estructuras para gobernar al país.
En esto, se tiene un problema, la pregunta es ¿para qué están demoliendo el viejo Estado mexicano? ¿Cuál es el objetivo de la creación de uno nuevo? La Comuna de París lo sabía, pero nosotros no. Se nos dice que es para poder llevar adelante, de manera más fluida, con menos tropiezos la Cuarta Transformación, pero aquí tenemos que decir ¿qué es la Cuarta Transformación? Esto es parte del problema, tenemos que saberlo todos los mexicanos. Nadie puede decir en qué consiste la Cuarta Transformación, no conocemos un proyecto a largo plazo al que se le pueda llamar la Cuarta Transformación.
Tras ganar las elecciones, Claudia Sheinbaum ya asumió como presidenta de México, desde el análisis que realiza el antorchismo ¿cuáles tendrían que ser las prioridades de la mandataria?
Sinceramente hablando, sería un poquito artificial, forzado, señalar prioridades de la Presidenta, de la Dra. Claudia Sheinbaum, porque el problema es integral en México, es de toda la estructura de la economía y eso no lo va a poder remediar ella. Sin embargo, es claro que sí van a seguir la política de las transferencias monetarias y de los incrementos salariales, porque los obreros son una parte muy importante de nuestra economía, por lo que deberían seguir atendiendo sus necesidades, entre otros, con temas como el incremento salarial; es decir, si piensan seguir con estas medidas y no quieren mirarse en una situación en que tengan que cancelar o disminuir los programas sociales, porque el presupuesto del país no se estira, no crece a voluntad de los gobernantes, entonces, el principal problema que tiene que atender la Doctora Sheinbaum es el crecimiento económico. Tendría que dedicarse en serio a impulsar hacia adelante el Producto Interno Bruto. México necesita crecer, según dicen también los especialistas en más o menos el 5 o el 6% anual, pero estamos creciendo al 0.81% en promedio en el sexenio de López Obrador. Entonces ahí está una prioridad. ¿Cómo alcanzarlo? Necesitamos revisar el ahorro nacional, la inversión nacional, ¿Qué está pasando con el ahorro nacional? ¿Por qué no crece la economía? ¿Cuál es el requisito esencial y la clave para que la economía crezca? La inversión.
Hacer crecer la economía implica también un incremento de la inversión pública. Con López Obrador, la inversión pública tuvo caídas sistemáticas, era del 2.9% del PIB cuando él tomó las riendas del país y ahora está en 2.7% del PIB.
La medicina, los hospitales, la educación y su infraestructura, la política de vivienda está totalmente abandonada. Por eso, en estas condiciones, yo, como líder nacional de una organización popular que lucha por los intereses del país, veo difícil impulsar hacia adelante el crecimiento de la economía. Si no logran resolver el crecimiento del Producto Interno Bruto y si no se atreven a hacer una reforma fiscal que aumente realmente los ingresos del gobierno, que ahora solo es apoyado por los contribuyentes cautivos, si no hacen cotizar más a los grandes capitales, va a estar muy difícil que se pueda acrecentar el presupuesto y llevarlo a una magnitud que permita seguir haciendo los gastos que se han venido haciendo, más otros que va a requerir un país como México.