Gabriel García-Márquez/Sentido común
Desde que la gobernadora del estado Rocío Nahle García, pintó su raya con relación al tema del ingreso de los Yunes a Morena, quedó claro que todas las decisiones políticas de Veracruz serán pensadas, construidas y tomadas en la entidad.
Nadie en sus cabales aceptará ninguna imposición y ni siquiera sugerencias que provengan del centro del país, pues la gobernadora también ha dejado claro que las únicas personas con la autoridad para subrayar o precisar son la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo; y ella.
Esto viene a colación porque aquí en el sur de la entidad veracruzana, es un hecho que la mujer será prioridad a la hora de decidir quién o quiénes serán las candidatas del partido Morena a las alcaldías de casi todos los municipios de esta región, no hay de otra, y el que no lo quiera entender es simplemente porque no está viviendo esta realidad.
Hace unos días en el municipio de Acayucan, trataron de sorprender a la población con el cuento de que la decisión en ese sentido ya está tomada y no precisamente a favor de una mujer; sin embargo, parafraseando al expresidente Andrés Manuel López Obrador, el pueblo es sabio y no se lo creyó.
En Acayucan, los hechos hablan por sí solos y nadie puede negar el trabajo de quienes verdaderamente lo han realizado por convicción y basados en el bien colectivo, es aquí donde cobra cada vez más fuerza, y de fuente fidedigna, que en este municipio, será candidata, es la decisión estatal y para nada fortuita, con el fundamento firme que da el ejercicio democrático de una encuesta.
Algo que queda muy claro para la Nahlemanía es que las mujeres en Veracruz nunca pasarán de moda, por el contrario, siempre serán prioridad y en medio de todo esto, en Acayucan, sólo aparece el nombre de la maestra Deysi Juan Antonio.