Pablo Jair Ortega/Columna sin nombre
¿Quién le avisó a Duarte que venían por él?
Vino de un amigo Senador de la República que no es de Veracruz. Se lo dijo la PGR y éste, a su vez, por medio de un tercero, se lo avisó a Javier Duarte, quien no tardó ni diez minutos en meterse a la cajuela de una camioneta para huir, antes de que le cayera, literal, el mundo encima.
Me dicen que el «pitazo» de la orden de aprehensión fue como favor especial a este Senador amigo, no para Duarte, quien según las lenguas de doble filo, no tenía buena relación con nadie en el centro del País. Cuando el Gobernador con licencia se reunía con un «peso pesado», era porque un tercero pedía audiencia por él, como una «concesión de amigos».
Tal como lo relata Javier Risco para Vanguardia, Duarte estuvo por ahí de 4 minutos «encajuelado», antes de abordar precipitadamente una aeronave que lo llevaría a Coatzacoalcos. También el periodista Raymundo Rivapalacio da cuenta de ello en su columna «Estrictamente personal».
En este mismo espacio adelanté que algo no le había salido a Javier Duarte como lo sintió mientras jugaba golf; nadie puede pegarle con un palo a esa pelota sintiendo una fuerte tensión recorriendo el cuerpo, por muy cínico que pueda ser. El de Córdoba no la había librado con pedir licencia en Televisa; su acuerdo nunca fue como él quería.
Ayer, con Adela Micha, el Gobernador Interino, Flavino Ríos, aceptó haber proporcionado un helicóptero a Javier Duarte para desplazarse a Coatzacoalcos. «Pedí que le dieran las atenciones de un Gobernador, porque yo no sabía que existía una orden de aprehensión, entonces él habló al aeropuerto, lo pidió y se lo proporcionaron, de ahí ya no supe nada», dijo.
Se acabaron las concesiones; supieran o no las travesuras de Duarte, tanto Flavino Ríos como Antonio Gómez Pelegrin no imaginaron que el panorama estuviera tan negro; nadie en su sano juicio tomaría un polvorín en las manos sabiendo que puede tirar por el suelo, en un santiamén, lo «poco o mucho» bueno realizado durante una vida laboral; se necesitaría estar loco.
Me informan que en breve presentarán más denuncias penales contra duartistas, tanto en el caso de las empresas fantasma como en los desfalcos perpetrados en Salud y Educación. Son nuevos nombres, ningún ex tesorero, tampoco alguien de Finanzas; ya pusieron la mira en otros personajes que sienten y pregonan, soberbiamente, haberla librado.