José Ureña/Teléfono rojo
* EL JALONEO PRIISTA
Desde la noche misma del domingo de la elección de ayuntamientos, en cuanto comenzaron a conocerse los resultados preliminares de los comicios en los 212 municipios, algunos connotados priistas comenzaron a demandar la renuncia inmediata del presidente del CDE del PRI, Renato Alarcón Guevara, a quien sin la menor ponderación de las circunstancias le atribuían la debacle del partido tricolor que de antemano ya todo mundo avizoraba luego de haber perdido un año antes la gubernatura del estado, cuyo titular del Poder Ejecutivo en turno fue durante décadas el principal operador político y financiero del Revolucionario Institucional, como ahora se lo adjudican al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares tras el aplastante triunfo de la alianza PAN-PRD en 107 municipios.
Por eso, el pasado miércoles, entrevistado en el evento conmemorativo del Día de la Libertad de Expresión, el senador priista Héctor Yunes Landa salió en defensa de Alarcón, pues expuso que el exdelegado del ISSSTE asumió la dirigencia en un momento complicado para el PRI, cuando estaba en un nivel de aceptación bajo y las expectativas sobre el triunfo en municipios también era menor. “Deberían hacerle un reconocimiento por el valor de buscar la dirigencia del partido y asumirla. Renato Alarcón entró cuando había 11 puntos de preferencia en el PRI y los duplicó, cuando había 29 alcaldías que decía la gente que íbamos a ganar y ya vamos cerca de 50”.
En efecto, este sábado 10, al concluirse oficialmente los cómputos municipales, el Órgano Público Local Electoral (OPLE) confirmó los triunfos de la coalición PRI-PVEM en 41 municipios, cinco más de los contabilizados inicialmente a través del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP). Y aún es posible que se incremente la cifra una vez que los tribunales electorales del estado y del Poder Judicial de la Federación analicen y resuelvan los recursos de impugnación presentados por los candidatos del Revolucionario Institucional en otros municipios que pudieran rescatar dado lo cerrado de la votación que les fue desfavorable.
Pero, además, Yunes Landa expuso que Alarcón debe mantenerse en la dirigencia del PRI a pesar de los resultados, pues argumentó que en breve iniciará el proceso para las elecciones de gobernador. “Es el segundo presidente en este año y sería un gravísimo error buscar a un tercer presidente de partido cuando no se justifica”, sostuvo, reiterando que “me opongo rotundamente a que se valore siquiera el cambio de la dirigencia del partido”, porque, remarcó, “Renato no tiene ningún motivo para salir”.
Sin embargo, las presiones para remover de la dirigencia tricolor al exdelegado federal no han aminorado. El clamor sigue manteniendo la misma intensidad entre los priistas afines al otro senador y aspirante del PRI a la gubernatura, Pepe Yunes Zorrilla, ya que consideran que Renato estaría más comprometido con los proyectos sucesorios de Yunes Landa en Veracruz y del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para la Presidencia de la República, que son diametralmente opuestos a los intereses del grupo político-financiero de la Secretaría de Hacienda que encabezan el actual canciller Luis Videgaray y el titular de la SHyCP, José Antonio Meade, de quienes es muy allegado Yunes Zorrilla, por lo que desde 2012 preside la comisión hacendaria en el Senado.
Hasta ahora, la carta abierta para la presidencia del CDE del PRI que ha venido mostrando la corriente priista que lidera Pepe Yunes es el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, quien a pesar de encabezar una administración municipal bien calificada por la ciudadanía, no ha logrado que los candidatos de su partido capitalicen sus activos políticos.
Tan es así que desde 2013 en que ganó la presidencia municipal, el PRI no ha vuelto a triunfar en Xalapa en ninguna otra elección local o federal. Y, en los comicios del domingo antepasado, el priismo solamente logró meter un regidor de representación proporcional, cuando actualmente el ayuntamiento tiene ocho posiciones edilicias, incluyendo la del alcalde y la síndica.
Si en 2018 el PRI aspira realmente a recuperar el poder en Veracruz, los dos senadores del tricolor –en los cuales ha recaído el liderazgo priista ante la pérdida de la gubernatura– tendrán que hacer, junto con sus grupos, a un lado las mezquindades facciosas y emprender una cuidadosa labor de conciliación; de lo contrario, propiciarán la misma debacle electoral de la que muchos de ellos también fueron responsables.
PAN-PRD: ¡QUÉ CINISMO!
Un año después de que el electorado veracruzano decidió impulsar en la entidad la alternancia en el poder, algunos diputados locales del PAN y PRD no han logrado entender que recibieron el voto de confianza de la ciudadanía para corregir los desvíos y desviaciones del gobierno duartista que, además de los altos índices de criminalidad, dejaron en bancarrota las finanzas públicas del estado.
Precisamente este fin de semana, actores sociales se pronunciaron porque las autoridades estatales tomen cartas en el asunto y abran las investigaciones correspondientes ante lo vertido, a través de un audio, donde la diputada panista Cinthya Lobato Calderón hace fuertes señalamientos al líder de su bancada, Sergio Hernández Hernández; al presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, José Mancha Alarcón, y al secretario de Servicios Administrativos y Financieros de la LXIV Legislatura local, Carlos “Chico” Fuentes Urrutia.
El presidente de Canacintra-Xalapa, Juan Manuel García González, resaltó la urgencia de investigar el uso discrecional del famoso “bono legislativo” de 1 millón 600 mil pesos mensuales que, a la fecha, no se sabe en qué lo utilizan los diputados del blanquiazul. El empresario les recordó que deben tener claro que son administradores del dinero de los veracruzanos y que al usarlo para otros fines que no sean de beneficio social, es un delito grave.
Y es que a la fecha, puntualizó, se hablaría ya de más de 12 millones de pesos, aparte de los otros 73 millones de pesos que dejó la pasada Legislatura y que aún no se sabe qué hizo con ese dinero que es del pueblo.
García González reconoció que las instancias vigilantes de la buena aplicación de los recursos públicos no funcionan como tal, y que las oficinas contraloras no ejercen su papel para lo que fueron creadas.
Por su parte, el presidente de la Red Evangélica de Veracruz, Guillermo Trujillo Álvarez, se pronunció por la creación de un organismo ciudadano independiente que se encargue de vigilar la correcta aplicación del dinero público a fin de evitar que se use para intereses personales y de partido.
“Hay un interés personal y no del pueblo. Hasta el día de hoy no hay trabajo de la LXIV Legislatura. Desde que entraron en noviembre pasado, no hay resultados. Están reprobados”, afirmó el pastor evangélico.
En torno a este escandaloso caso, dos diputados hicieron también tremendas declaraciones, de verdadera colección, pero no porque pugnen por una plena transparencia sino para seguir encubriendo la opacidad que caracteriza a la actual Legislatura del “gobierno del cambio”.
Por un lado, la coordinadora de la bancada del PRD, Jazmín Copete Zapot, afirmó al portal de noticias Alcalorpolítico.com que “no hay obligación de diputados de comprobar en qué gastan su presupuesto”, como si esos recursos extraordinarios que reciben no fueran públicos. En todo caso el dinero que sí se pueden gastar como les dé su regalada gana sólo es el de sus respectivas dietas, porque es su ingreso personal como legisladores.
La otra joya declarativa corrió a cargo del mozalbete Bingen Rementería, de Acción Nacional, quien al igual que en el pasado los legisladores priistas solían avalar las opacidades y los excesos del exgobernador Javier Duarte, se atrevió a decir que “18 de 19 diputados del PAN están a favor de cómo se manejan recursos.”
Y cómo no, si Bingen es el junior del exdiputado y actual secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Julen Rementería del Puerto, quien en la LXIII Legislatura local fue compañero de bancada de Carlos “Chico” Fuentes, el “tratante de mujeres que están llevando a tus fiestas, borracheras y drogas”, según le echó en cara la diputada Lobato al coordinador del grupo legislativo del PAN, Sergio Hernández.
¡Cuánto cinismo!