Carlos Ramírez/Indicador político
* TERRORISMO ELECTORAL
Como si no fueran suficientes las ejecuciones que cotidianamente se registran en Veracruz a manos de sicarios de la delincuencia organizada, ahora en la entidad se viene registrando una serie de muertes y atentados vinculados al proceso electoral municipal que culminará con las votaciones del domingo próximo.
Este ambiente de violencia no conviene a nadie, excepto a quienes apuestan a inhibir la participación ciudadana, a que se dé un alto abstencionismo para maniobrar a placer el acarreo y movilización de votantes para asegurar un buen resultado, pues cuentan con suficientes recursos financieros, estructura electoral, apoyo policiaco y complicidad gubernamental.
El problema se agrava más aún porque los actores políticos en desventaja no tienen en realidad a quién exigirle garantías plenas para que en Veracruz se desarrollen los comicios locales de manera pacífica y en las mejores condiciones de seguridad, legalidad e imparcialidad.
¿Pueden recurrir al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, cuando el mandatario panista está distraído en sueños guajiros como la candidatura presidencial, lo que le ha hecho tomar partido y usar a la Fiscalía General del Estado en su ruda confrontación política con otros adversarios y aspirantes a la Presidencia de la República, como Andrés Manuel López Obrador, de MORENA?
Precisamente el Comité Ejecutivo Estatal del partido lopezobradorista preparaba este jueves una denuncia por las agresiones ocurridas en el municipio de Mixtla de Altamirano, en donde un joven simpatizante fue asesinado y al menos otros dos resultaron heridos tras ser agredidos a golpes y con armas de fuego durante los cierres de campaña de los candidatos del PRI y MORENA, efectuados el día anterior.
Inicialmente la agresión a los morenistas de ese municipio de la sierra de Zongolica fue atribuida a militantes del partido tricolor, sin embargo el presidente del CDE del PRI, Renato Alarcón Guevara, declaró que según los informes que poseía, los agresores habrían sido policías vestidos de civil al servicio de ese ayuntamiento serrano de filiación panista, por lo que exigió al gobierno y a la Fiscalía General del Estado una exhaustiva investigación sin tintes partidistas sobre estos lamentables hechos.
Pero el de Mixtla de Altamirano no ha sido el único caso de violencia derivado del proceso electoral municipal.
Este miércoles también fue herida de un balazo en la cabeza una activista de la candidata del PRD a la alcaldía de Gutiérrez Zamora, Jacqueline Susann Asencio Pacheco, quien confirmó el atentado a través de las redes sociales.
Y ayer jueves, por la madrugada, personas desconocidas balearon la casa del candidato de Coxquihui por la alianza PRI-PVEM, Hazarmaveth Velázquez Jiménez. Los disparos ocurrieron a las tres de la madrugada y no se reportaron personas lesionadas.
Los priistas atribuyeron el atentado a gente cercana del candidato del PAN, Aldo Becerra, pues un testigo aseguró haber presenciado los hechos e identificado a los presuntos responsables. Sin embargo, Yunes responsabilizó al alcalde priista Reveriano Pérez Vega, a quien señaló de encabezar a la banda criminal de “Los Pelones”.
Empero, este jueves, militantes del PRI bloquearon el tramo carretero hacia Coxquihui, en la sierra de Papantla, para exigir mayor vigilancia y seguridad.
Estos hechos, paradójicamente, ocurrieron apenas tres días después de la visita a Poza Rica del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong –otro aspirante a la Presidencia de la República, pero del Revolucionario Institucional–, donde se reunió con el “presidenciable” gobernador panista de Veracruz para reforzar las acciones del operativo de seguridad “Zona Petrolera y Citrícola”.
Está por verse aún qué sucederá en el puerto de Veracruz, donde Yunes Linares intentará hacer ganar a como dé lugar a su hijo Fernando.