Carlos Ramírez/Indicador político
* ‘MUERTO’… ¡PERO DE RISA!
Después de más de 90 días de que el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa se dio a la fuga y hasta la fecha nadie ha logrado aún dar con él, han surgido todo tipo de versiones, algunas francamente descabelladas.
Por ejemplo, el columnista Salvador García Soto, de El Universal, publicó primero el miércoles 18 un texto titulado “Pitazos a Duarte” y luego, este lunes 23, otro en cuyo encabezado lanzaba la interrogante: “¿Y si Duarte estuviera muerto?”.
En su último artículo, García Soto expuso lo siguiente: “La incapacidad de todo el aparato de seguridad federal, encabezado por células de inteligencia de la Secretaría de Marina, para atrapar a Javier Duarte de Ochoa, después de tres meses de búsqueda y operativos fallidos, empieza a despertar toda clase de versiones en círculos políticos y de seguridad federal. Desde la queja de un alto mando de la Marina que acusa que Duarte recibe ‘pitazos’ que le han ayudado a escapar en al menos cuatro ocasiones de operativos para capturarlo, hasta una versión inquietante que repiten en algunos sectores informados: que el ex gobernador de Veracruz, prófugo de la justicia, estaría muerto, con la idea de desaparecer la delicada información que tenía sobre financiamientos y transferencias de recursos públicos al gobierno federal.”
No cabe duda que a Duarte de Ochoa lo siguen subestimando. ¿Qué acaso ya se les olvidó cómo fue que al propio presidente Felipe Calderón, del PAN, lo obligó a que la Procuraduría General de la República le regresara al gobierno de Veracruz los 25 millones de pesos que agentes federales les habían incautado a finales de enero de 2012 en el aeropuerto de Toluca a un par de empleados que portaban 25 millones de pesos en efectivo y que supuestamente eran para pagar los dizque contratos a los artistas que participarían en las fiestas del carnaval de Veracruz, de La Candelaria en Tlacotalpan y en la Cumbre Tajín?
Como se recordará, Calderón tuvo que autorizar que les regresaran esos recursos, más los intereses respectivos, luego de que alguien al interior de la PGR les filtró a los representantes legales de Duarte una copia fotostática del peritaje, en el cual se concluía que técnicamente no se había podido probar que era dinero de procedencia ilegal.
Además, Duarte no sólo tenía relaciones familiares muy cercanas con altos funcionarios de áreas estratégicas de seguridad nacional en la administración panista de Calderón, sino ahora mismo también en el régimen priista de Enrique Peña Nieto. En el sexenio pasado, por ejemplo, uno de sus padrinos políticos era precisamente el secretario de Marina, Mariano Francisco Saynez Mendoza, paisano y muy amigo de su extinto padre Javier Duarte Franco. En diciembre de 2014, el ahora ex mandatario prófugo propuso precisamente a Saynez para que el Congreso local le entregara la medalla “Adolfo Ruiz Cortines” por el determinante apoyo que el almirante le había dado al inicio de su administración con el programa “Veracruz seguro”, ante el desbordamiento de la violencia en enero de 2011.
Por Saynez, a quien todavía se le vio hace poco más de un año en el balcón de Palacio de Gobierno de Xalapa acompañado de su esposa, el ex gobernador Duarte debió relacionarse también con el actual secretario de Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz, pues este almirante fue ni más ni menos que secretario particular del ex titular de la SEMAR.
Pero, además, en el gabinete de Peña Nieto aún despacha como secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, padrino de bodas de Duarte y de Karime Macías Tubilla. El político quintanarroense es viejo amigo y presunto socio de Antonio “Tony” Macías Yasegey, el suegro del ex mandatario prófugo que ahora radica en Chiapas.
El titular de la SENER era casualmente en 2012 presidente nacional del PRI en la campaña presidencial de Peña Nieto, a la que Duarte habría hecho fuertes transferencias de recursos públicos del gobierno de Veracruz. Esa presunta revelación que el gobernador panista Miguel Ángel Yunes había amenazado con dar a conocer el 1 de diciembre pasado y con la que supuestamente iba a “cimbrar a México”, pero que de última hora se abstuvo de hacer.
Por eso es que la versión periodística de que Duarte podría estar “muerto” es posible que no sea descabellada, porque efectivamente el ex gobernador debe estar muriéndose pero de risa. Y es que el ex mandatario veracruzano tiene signos vitales tan activos que a través de su abogado Marco Antonio del Toro Carazo acaba de mandar a decir que tiene el interés de presentarse ante las autoridades para enfrentar las acusaciones, pero que lo hará en el momento que considere garantizada “una defensa imparcial”.
Del Toro Carazo, quien fue abogado del ex presidente Vicente Fox, del dirigente del sindicato minero Napoleón Gómez Urrutia y recientemente de Elba Esther Gordillo, acusada de los mismos delitos que Duarte, se sumó en diciembre de 2016 al equipo legal del ex gobernador veracruzano pero sólo para tramitarle un juicio de garantías ante el Juzgado Décimo Primero de Distrito en Amparo Penal de la Ciudad de México. “Yo entiendo que el señor Duarte lo que pretende es ya en su momento presentarse ante alguna autoridad. Yo lo que creo es que buscará un escenario en donde tenga una posibilidad de una defensa objetiva e imparcial”, dijo al diario Reforma el abogado Del Toro, quien argumentó que “ahorita es evidente que se ha construido una impresión pública, incluyendo el tema de los niños con cáncer que genera un ánimo de linchamiento, cuando es evidente que el gobernador nada tenía que ver con esa situación”. ¿No? Para desternillarse de risa.
EL ‘AGIOTISTA’ REYES HUERTA
En el sector empresarial de la conurbación Veracruz-Boca del Río se comenta con mucha indignación la actitud asumida por el próspero concesionario de autos, Reyes Huerta Olivares, quien desde que perdió estrepitosamente la contienda por la dirigencia de la Coparmex Veracruz ha emprendido una campaña de amenazas y terrorismo contra su antes amigo, el ex presidente del sindicato empresarial, Jorge Coffau Kayser.
Al empresario de origen poblano no lo calienta ni el sol, y dado su carácter bipolar e irracional, culpa de su derrota a Coffau. Y es que el triunfo de su oponente Juan José Sierra hizo quedar mal a Huerta Olivares con sus padrinos políticos que lo impulsaron y creyeron que con él recuperarían el control del organismo empresarial.
Se comenta entre la elite empresarial porteña que a Reyes Huerta ya no le hacen efecto los serenoides, antipsicóticos, ansiolíticos, antidepresivos, quizá por la coexistencia de estos, lo que le ha ocasionado graves problemas laborales y sociales, como cuando irrumpió violentamente en la sala de juntas de un hospital de Veracruz porque no le cumplían uno de sus caprichitos.
Ahora, la rabieta más reciente del director de la distribuidora de autos que lleva el nombre de su familia está enfocada en hacerle pagar a Coffau una deuda de proporciones similares a la cólera del poblano, pues en su afán de revancha intenta, a través de la intimidación y la amenaza, cobrar intereses altísimos por la venta de dos automóviles que, dice, Coffau no le paga desde hace cuatro años, intereses que ni el agiotista más desvergonzado se atrevería a cobrar.
Todo este pleito comenzó cuando se inició la carrera por la presidencia del organismo empresarial y Reyes se vio solo, impotente, utilizado y, el día de la elección, humillado, ya que la voluntad de los empresarios favoreció a otro aspirante en una votación de 5 a 1, pues los riquillos no se quisieron echar un alacrán en la espalda y optaron por protegerse del colérico y violento Reyes Huerta Olivares, de quien nos reservamos otros detallitos.
INFLUENZA EN LAS HAYAS
Padres de familia del “prestigioso” Colegio Las Hayas de esta ciudad capital están que trinan contra las autoridades de la Secretaría de Salud del estado porque olímpicamente los han ignorado pese a que reportaron una seria epidemia de influenza en dicho plantel educativo, la cual se suscitó por la irresponsabilidad u omisión del personal directivo de este centro escolar que permitió el ingreso de estudiantes que portaban el virus.
Según nos reportan, esta enfermedad tiene en cama a cerca de tres decenas de alumnos de secundaria de tal institución educativa privada.
Molestos, nos comentan con fina ironía que si tal vez la desatención de los funcionarios del Sector Salud a los que directamente se les reportó este caso se debe a que provienen del vecino estado Puebla y no saben dónde se ubican Las Hayas.
Por lo que se ve, a los padres de familia los hicieron tragar camote.