Hay dos grandes cementerios de migrantes en Veracruz, revela Solalinde

AMATLÁN DE LOS REYES, Ver., 14 de febrero de 2015.- Las fosas clandestinas y los Semefos de Veracruz están llenos de migrantes, ya no caben, afirmó el padre Alejandro Solalinde, defensor de los derechos humanos de los migrantes.

Dijo que las fosas que se encontraron en Tres Valles, Chacaltianguis y Coatzacoalcos “no son nada”, pues hay dos enormes “yacimientos” de migrantes muertos. “Hay dos grandes yacimientos de cuerpos, uno de ellos confirmado, me lo dijo el mismo obispo de aquí, de Córdoba”.

En una visita a Las Patronas en el municipio de Amatlán de los Reyes acompañado del obispo de Saltillo, Raúl Vera, y Fray Tomás González, afirmó que en México y Veracruz existe una simulación en las políticas migratorias.

Actualmente “cambian las formas de migrar, pero también mejoran e intensifican las formas de simulación de parte de la clase política respecto al tema migratorio”.

Dijo que es un lenguaje eufemista, en el que “asegurar” y “detener” se convierten ahora en “rescatar” y “alojar”, como cuando dicen que “vamos a implementar un plan de desarrollo en la frontera sur, pero no dicen para beneficio de que, puede ser para trasnacionales o para los ricos”.

Para celebrar el 20 aniversario de Las Patronas se llevó a cabo hoy por la mañana una misa y luego una caminata por las vías del tren, además de que se instaló también un exposición fotográfica.

La misa se realizó ante la presencia de los defensores de los derechos humanos Fray Tomás González, encargado den Albergue La 72 de Tenosique, Alejandro Solalinde, de Amigos del camino de Ixtepec, y Priciliano Peraza, del Albergue del Altar, Sonora.

También hubo migrantes quienes narraron que tuvieron que caminar más de 95 kilómetros entre los montes, cerca de las vías , porque los delincuentes no nos dejan subir al tren si no pagan y las autoridades si los ven los deportan.

Ayer por la noche, en el comedor de Las Patronas se llevó a cabo una celebración donde se reunieron diversos activistas, entre ellos el padre Alejandro Solalinde quien incluso ayudó a cocinar los tamales para la cena.