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Capturan en Culiacán a El 200, presunto jefe de seguridad de Los Chapitos
TLACOTALPAN, Ver., 1 de febrero de 2016.- La Fiesta de la Virgen de La Candelaria, en Tlacotalpan, hace cimbrar a la Cuenca del Papaloapan, que vive este lunes uno de sus momentos más significativos con el embalse de los toros.
Desde el fin de semana, y al igual que hace 240 años, visitantes de los puntos más lejanos de esta Cuenca, del estado y del país comenzaron a llegar para celebrar a la virgen.
En autos, caballos, lanchas con motores fuera de borda, motocicletas y bicicletas, los paseantes comenzaron a llenar esta ciudad, que apenas mide 1.3 kilómetros de largo por 600 metros de ancho.
Tlacotalpan está reluciente, es la Perla del Papaloapan que engalanada brilla aún más en su momento más importante del año: las Fiestas de la Candelaria; soneros, jaraneros, arpistas, requintistas, bailadores, repentistas y trovadores han amenizado a lo largo de los días le celebración.
El encuentro de jaraneros, que en los últimos años ha sido un evento que se ha diversificado, ha dado espacio a miles de voces y gustos y estilos musicales para enriquecer el son jarocho y la cultura veracruzana.
Fandangos en colonias de la ciudad para que todo mundo goce de las fiestas, han sido exitosos, porque a todos ha llegado gente a disfrutar, músicos y bailadores para armar la fiesta. No hay edad, religión o sexo que impida gozar el son, nada lo detiene.
El Santuario de La Candelaria ha sido quizás el espacio más visitado: cientos de creyentes se postran ante sus pies a orar y a pedir salud, paz y abundancia; tocan su manto en busca de la bendición al tacto.
La cabalgata, la tarde de este domingo, que fue el evento que marcó el inicio de la fiesta, estuvo integrado por más de 250 jinetes en su mayoría niños y jóvenes que con galanura y orgullo portaron el emblemático traje de jarocho.
Desde el Puente García y a lo largo de la avenid principal y calles aledañas, los jinetes cabalgaron bajo el confeti de aplausos coloridos, fotografías, vivas y gritos de júbilo de los espectadores. La fiesta había comenzado.
Este mediodía los toros fueron liberados, los animales pusieron en jaque a más de uno que les salió al paso, envalentonado por la adrenalina del momento para luego huir despavorido para quedar fuera de su alcance.
El Papaloapan y su ancho cauce se preparan para que este martes, Día de La Candelaria, una vez más la virgen recorra sus aguas y bendiga a sus hijos y a esta tierra que desde hace 240 años, le rinde culto.