Ruperto Vázquez Ovando/Opinión en línea
SI, ABRAN LAS CASAS
Genial, estupenda, original, la idea de Héctor Yunes (o de su equipo) de exponer a
la sociedad su casa; así lo consideraron muchas y muchos, menos Miguel Angel
Yunes Linares, quien no se ocupa en pelar al primohermano y entrarle al reto de
exponer su hogar, él sigue concentrado en exponer sus propuestas de campaña y
señalar al actual gobernador del estado en ataques frontales sobre su función
como primer mandatario.
Y la idea no es descabellada, mucho podría inferirse acerca del estilo de vida y
nivel socioeconómico de una persona con el simple hecho de recorrer su casa.
Imaginemos, por ejemplo, ver donde defecan los candidatos, si es porcelana,
mármol o cerámica; el bote de ropa sucia, los calzones sudados por la caluroso
jornada de petición del voto; o esculcar su refrigerador, a lo mejor con unas
cheves bien muertas, el jamón y el queso para el lunch, entre actividades de
campaña; el tamaño de la cama, matrimonial, king o queen size, sábanas de hilos
egipcios o el paquete de Viannei pedido por catálogo; el guardarropa, cuántos
pares de zapatos, florsheim o flexy; las camisas, los tacuches, las guayaberas, los
relojes, los perfumes. Mucho de la personalidad y hábitos de la gente se pueden
conocer desde la disposición de los espacios en su hogar, la cantidad de
televisores, si hay cable o Sky, el tamaño de la cocina, el número de habitaciones;
todo cuenta.
Muy singular el reto, justo para el tipo de consumidores de medios de hoy en día,
una foto podría decir más que cualquier declaración 3 de 3. Pues sí, que se abran
las puertas señoras y señores; pero también de los otros candidatos, o todos
coludos o todos rabones; porque todos han buscado llegarle a la trasparencia y
austeridad como cualidad, pues empiecen por sus casas, si nada hay que ocultar,
entonces qué de malo tiene. Conste que no es que un servidor apoye a Héctor
Yunes, pero la idea ha llamado la atención de muchos, como un ejercicio de
transparencia pero sin llegar a pasar los límites de la privacidad familiar.
¿Qué tan mediática o qué tan honesta es la ocurrencia? Eso lo sabrán los
“hectorcistas”. Pero entonces, ¿por qué no abrir también las puertas de las casas
de campaña? por cierto, las de los primos hermanos coinciden en haber sido
agencias automotrices de la misma marca, una en Xalapa y otra en Boca del Río.
Dejen entrar a la sociedad a sus oficinas también, para saber cuántas
computadoras hay, cuántos escritorios, cuántos empleados y qué funciones
desempeñan, cuántos lujos hay para el candidato y sus cercanos, cuántas
camionetas, autobuses y choferes y demostrar cuánto cuesta todo ello; esa sería
verdadera transparencia.
Y si de defenderse y no ocultar se trata, pues vayan abriendo las puertas de las
verdaderas casas del pueblo veracruzano, empezando por Palacio de Gobierno,
que ha estado bajo control de escoltas durante todo el sexenio, ha sido limitado el
tránsito de los ciudadanos como si temieran diariamente por su seguridad en un
estado donde el gobierno dice que no pasa nada; el miedo no anda en burro. Y
que se abra también el Palacio Legislativo, que las y los ciudadanos vean cómo se
desarrolla el trabajo de sus representantes, muchos dirán que está abierto para
quien quiera, pero no es verdad; que muestren los lujos de las y los diputados,
nada cercanos al estilo de vida de sus “representados”.
Y por último, si de honestidad y honorabilidad se trata, abran la Casa Veracruz,
esa fortaleza de la colonia 2 de abril; como cuando Don Fernando Gutiérrez
Barrios dejaba pasar a los vecinos en las posadas decembrinas, conviviendo con
los de a lado, con sencillez, sin temor; dejen ver la cantidad de empleados de
ayudantía con los que cuentan, dejen ver como cocina un chef especialmente para
Javier Duarte y sus comensales consentidos, enseñen cómo viven los pavorreales
y los corgis pregunten a los vecinos si están de acuerdo en que personal armado y
sin uniforme deambule por la cuadra frente a un jardín de niños y una primaria
portando armas largas en actitud agresiva. ¿Verdad que no?, ¿verdad que la idea
no les va a gustar?, pero a la hora de llamar la atención si hay que entrarle, pues
sean congruentes y no nada más ocurrentes. Y de pasadita, abran el OPLE
Veracruz y empecemos por el juez.
Dice un proverbio chino: “Antes de iniciar la labor de cambiar al mundo, da tres
vueltas por tu propia casa”. ¿Así o lo explicamos con manzanas? Escriba a
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