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XALAPA, Ver., 11 de agosto de 2015.- Para que exista realmente un cambio en la vialidad, se debe realizar y revisar el Plan de Movilidad de Xalapa, consideró el presidente de Activación Empresarial para los Centros Históricos de la República Mexicana A.C., José Rogelio Ibáñez Espinoza.
Manifestó que lo primero que se necesita reconocer es que Xalapa tiene varios problemas de movilidad, pero el principal es que fue una ciudad creada para carretas, caballos y muy poca gente, por lo que “en su momento nadie dimensionó el crecimiento que podía tener Xalapa como tal”.
Dijo que uno de los problemas es la movilidad urbana para los peatones, pues Xalapa cuenta con un poco más de 850 mil habitantes y 180 mil vehículos transitando en la ciudad.
No obstante, manifestó que se invaden las calles y los arroyos vehiculares para privilegiar a los caminantes, lo que lleva como consecuencia más problemas con los vehículos.
Aseveró el activista que desafortunadamente se abren espacios para peatones en lugares donde las banquetas ya son suficientemente amplias, como Enríquez y Plaza Lerdo.
“En alguno momento es contraproducente que se roben espacios de los vehículos para el peatón. Quitar espacios en los arroyos viales en algunos lugares es contraproducente”.
Ejemplificó que en la calle Úrsulo Galván los vecinos han pedido que se quite el estacionamiento para que haya más fluidez de la vialidad; sin embargo, el plan de movilidad quiere quitar un carril y ponerlo para peatones.
Con respecto al cierre del Centro Histórico para vehículos, “sería muy alegre pensar que se puede vivir en un centro peatonal”; no obstante, está comprobado que las manifestaciones vuelven un caos vehicular a la ciudad, y al hacer un cierre permanente en la calle de Enríquez, sería un problema vehicular permanente, el cual afectaría al comercio establecido por la llegada del informal a la zona.
Explicó que otra de las medidas planteadas por el ayuntamiento, como el uso de parquímetros, “es una tentación que ha habido en muchas administraciones”, pues recordó que en los años setenta ya hubo parquímetros en la calle de Lucio, Enríquez y Revolución, pero fueron quitados porque obstruían el paso de las personas en la banqueta y ocupaban un carril de carros estacionados.
Finalizó que en este momento utilizar parquímetros “sería ahorcar la movilidad de los automóviles en las calles del centro”.
A modo de propuesta, Rogelio Ibáñez consideró que la solución para la vialidad en la ciudad es enseñar educación vial.