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XALAPA, Ver., 18 de agosto de 2015.- Personas de la tercera edad que acuden a la Quinta de las Rosas, en Xalapa, se quejaron de la burocracia que impera en este lugar para tramitar programas que ofrece el gobierno federal a través de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y de la falta de sensibilidad del personal que ahí labora.
En este lugar que fue creado para la recreación y atención de los adultos mayores, diariamente entre 10 y 15 senectos acuden a solicitar la credencial del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) así como otros servicios.
María del Socorro Sánchez Hernández, de 67 años, indicó que esperó cerca de tres horas para ser atendida y realizar el canje de su credencial, la cual perdió vigencia y le es de gran utilidad para obtener descuentos en medicamentos y transporte público.
Expuso que al llegar su turno, la persona encargada le dijo que no podía hacerle el trámite porque requería de un comprobante de domicilio reciente, pero en ningún sitio de la oficina se informa a los interesados sobre los requisitos para realizarlo.
Es importante mencionar que esto afecta a los interesados y es que además de que muchos acuden con esfuerzo, por su edad, pierden tiempo y gastan dinero en el traslado.
Al solicitar informes vía telefónica para adquirir la identificación del Inapam, refieren que se debe acudir a las instalaciones de 20 de Noviembre a partir de las 8:00 de la mañana a recoger una ficha, la cual no garantiza la culminación exitosa de la solicitud.
“Venir por la credencial es invertir tiempo y dinero, porque aunque llegué a las 8:00 de la mañana voy saliendo después del mediodía. El trámite se debe agilizar, como ha ocurrido en el caso de otros documentos, pues actualmente nos dan un trato denigrante a los viejos, obligándonos a ir a recoger una ficha como si no la pudiéramos solicitar por teléfono. No somos ciudadanos de segunda”, refirió Socorro Sánchez.
Por su parte, otra de las afectadas, Guadalupe González Gutiérrez, comentó que tuvo que acudir tres veces la semana pasada a la Quinta de las Rosas, porque aún con ficha en mano no era liberada su identificación que la acredita como adulta mayor.
“Para nosotros es muy importante esta credencial, porque hay algunos beneficios que recibimos, pero no es justo que nos hagan dar tantas vueltas, me parece poco sensible que si ven que apenas y podemos llegar, por los achaques que tenemos, nos nieguen el trámite por situaciones realmente burdas, como que la credencial del INE no está actualizada, los comprobantes de domicilio, un sello de no sé qué cosa, en fin, muchas tonterías, yo luego de varios intentos ya tengo la credencial pero fue mucho lío”.
En tanto, Germán Landa Solís, destacó que las autoridades a cargo de la operatividad de los programas que se ofrecen en la estancia deberían ser capacitados sobre el trato deben otorgar, pues por el sólo hecho de que la condición física de los ancianos esté desgastada, no pueden permanecer durante varias horas de pie o sentados.
“No, ni hablar, esto es muy cansado, ya nada más porque le urge a uno tenerla, porque hay descuentos en algunos lugares, pero está muy pesado venir, madrugar y que te atiendan hasta pasado el mediodía; la señorita que atiende el módulo de las credenciales siempre está de mal humor, nos tratan mal, y no se vale, si no venimos a pedir nada regalado, venimos porque es un beneficio que está proporcionando el gobierno y pues hay que aprovecharlo, pero no en estas condiciones”.
Tal situación ocasiona desánimo entre el sector, y muchos de los solicitantes recurren a la gestión de la tarjeta sólo en caso de ser muy necesario, como Armando Peralta Luna, quien aún cumplidos los 60 años hace cerca de dos décadas, dejaba el trámite para después.
“El horario de atención es pésimo, yo me resistía a venir porque me basta con ir a mis consultas al Seguro Social; es una atención mala en general, de entrada, cuando pregunta uno informes contestan de mala gana, no te explican a detalle lo que se necesita, y con lo distraído que es uno a esta edad se nos fugan muchas cosas, cuando venimos a hacer el trámite salen con que faltan papales y que regresemos otro día”.
Por ello, los abuelitos solicitan que las autoridades de la Sedesol y del DIF estatal intervengan para que se dignifique el trato que reciben, ya que, afirman, resulta incongruente que una institución dedicada a cuidar a los adultos mayores no corrija sus reglas de operación para mejorar los trámites que realizan.
Por su parte, Eleonor Muñoz Malpica, recordó que por años se identificó con una credencial provisional que le proporcionaron cuando la requirió, y abundó que en su momento no funcionaba la impresora de las credenciales, fue hasta que le negaron el descuento de 50 por ciento en el transporte cuando decidió ir a renovarla; el retrasó obedeció a lo complejo que resulta la solicitud, subrayó.
“No lo creerán, pero tarde casi ocho años con una credencial provisional, para mi mala suerte cuando me animé a venir no servía la máquina que las imprime y me dijeron que regresara el lunes, pero tardé mucho en volver porque hice una fila de casi tres horas y yo casi no puedo caminar; anduve años con la provisional, y en algunos lugares me ponían peros, y en otros sí pasó, pero en mi último viaje que tuve que hacer a Puebla, donde me revisa un médico, ya no me hicieron descuento y pues eso afecta mi economía, ya que con lo de mi pensión apenas y me da para vivir”.