Listo el festival Xalapa y su cultura
POZA RICA, Ver., 17 de diciembre de 2013.- Luego de los lamentables hechos ocurridos la mañana de este martes en el Parque Kiwikokgolo en el municipio de Papantla en donde un danzante de los Voladores perdió la vida, el escritor Leonardo Zaleta Juárez, evidenció la considerable falta de seguridad social en la que los danzantes desarrollan su actividad con el fin de mantener un rito que ya es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, amén de los abusos de los que llegan a ser objeto por parte de los promotores que llegan a contratarlos.
Zaleta Juárez, señaló que la mayoría de los grupos de danzantes, “y son como de 100 grupos los Voladores de la región, no tienen ningún tipo de protección”, y hasta la fecha se desconoce quién les puede otorgar un seguro popular, médico o de vida, pese a que el desarrollo del rito implica muchos riesgos, que destacan la espectacularidad de dicha danza.
“A la hora de firmar un contrato, los explotan, no les pagan, los dejan abandonados, los honorarios son irrisorios, no les dan transporte, alimentos, hospedaje, en fin están desprotegidos del Gobierno Municipal, Estatal y del nacional”, pese al título que recientemente recibieron de Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad.
Señaló que si bien este título es “rimbombante” y “nos llena de orgullo” más cuestionó “¿Qué se hace con esta gente la mayoría de ellos humildes de la etnia totonaca?, qué no hay una mano generosa y que los defienda y que los proteja”, señaló.
Señaló que fue en el año 2003, cuando Alejandrino García, también sufrió un accidente similar que lo dejó postrado en una silla de ruedas y quien se desempeñaba como caporal de los niños voladores y quien se cayó del palo volador pero no perdió la vida, y hoy “se gana la vida elaborando artesanías de vainilla”.
“Aquel (accidente) no fue tan de graves consecuencias porque sigue vivo Alejandrino, pero este (Nicolás San Martín) falleció, y esa familia queda desamparada”, sostuvo el autor del Libro El Tajín, quien agregó así, que la mayoría de los voladores de la región no tienen ningún tipo de protección, no se sabe quién les puede otorgar un seguro médico o un seguro de vida, con lo cual puedan ayudarse y protegerse.