Raúl López Gómez/Cosmovisión
Salud y derechos humanos de las personas mayores
Como cada semana, es un gusto que usted nos lea, dondequiera que se encuentre. El día de hoy vamos hablar de un tema que tiene que ver con la salud y derechos humanos de las personas mayores, y la aprobación de la Convención Interamericana sobre la protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.
Con el envejecimiento de la población, un creciente número de personas se ha vuelto más vulnerable a un precario estado de salud, menor autonomía y mayor pobreza, descuido y abuso, lo que significa que la prevención y la promoción de la salud y los derechos humanos de los adultos mayores son más urgentes que nunca, según afirman varios expertos en Envejecimiento y Derechos Humanos.
Se prevé que en la región de las Américas, en el año 2020 se duplicará el número de adultos mayores de 60 años en relación con los 100 millones existentes en 2006, esto refleja un gran éxito en el campo de la salud pública en el transcurso del último siglo, también significa un aumento de las enfermedades crónicas no trasmisibles, las discapacidades y la necesidad de responder a esta población.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, realizada por los estados miembros de las Naciones Unidas, en 1948, proporciona un marco valioso para promover la salud y los derechos humanos de los adultos mayores. La Declaración Universal une las estrategias de salud pública referentes a las personas mayores —al fortalecer las normas sobre igualdad de género e interculturalidad— y proporciona un marco jurídico sólido para esos determinantes, no sólo con recomendaciones sino con responsabilidades legales para los Estados, los organismos internacionales, la sociedad civil y otros actores.
Tanto las Naciones Unidas como la Organización de los Estados Americanos (OEA) han establecido grupos de trabajo especiales para estudiar la situación de los derechos humanos de las personas adultas mayores, como la capacidad legal, los cuidados paliativos, los procedimientos de admisión a establecimientos de atención a largo plazo, la prohibición del tratamiento inhumano en tales establecimientos, el consentimiento informado, el derecho a vivir con dignidad y autonomía y el derecho a disfrutar del máximo grado de salud que se pueda lograr, entre otros.
El doctor Enrique Vega, asesor en Envejecimiento Saludable de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), presentó una versión preliminar de una nueva guía clínica sobre atención primaria de salud para las personas de edad. La guía, cuya preparación culminó a principios de 2013, insta a los proveedores de asistencia sanitaria a respetar y promover los derechos humanos de las personas mayores, incluso el derecho a la igualdad y a la ausencia de discriminación, independientemente de la edad, el derecho a la independencia y la autonomía, el derecho a la libertad y a la seguridad personal, el derecho a la seguridad social, el derecho a la participación política y al voto y el derecho a la dignidad al final de la vida.
El pasado 15 de junio, Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, en Washington, se llevó a cabo la Asamblea General para la firma del proyecto de resolución de la Convención de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre la protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores. Tiene por objetivo promover, proteger y asegurar el reconocimiento y el pleno goce y ejercicio, en condiciones de igualdad, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de la persona mayor, a fin de contribuir a su plena inclusión, integración y participación en la sociedad.
Dicha Convención reconoce que la persona a medida que envejece, debe seguir disfrutando de una vida plena, independiente y autónoma, con salud, seguridad, integración y participación activa en las esferas económica, social, cultural y políticas de sus sociedades; reconociendo también la necesidad de abordar los asuntos de la vejez y el envejecimiento desde una perspectiva de derechos humanos que reconoce las valiosas contribuciones actuales y potenciales de la persona mayor al bienestar común, a la entidad cultural, a la diversidad de sus comunidades, al desarrollo humano, social y económico y a la erradicación de la pobreza.
La Convención Internacional, contiene 7 Capítulos y 41 artículos, que contribuirán significativamente a promover, proteger y asegurar el pleno goce y ejercicio de los derechos de la persona mayor y a fomentar un envejecimiento activo y saludable.
Es posible alcanzar el nivel más alto de salud y bienestar, sólo cuando podemos ejercer nuestros plenos derechos.
Verónica Rodríguez Estrada
Gerontóloga Certificada con Especialidad en Gerencia en Programas y Servicios de Salud
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