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MEXICO, DF, 15 de enero de 2015.- Estudios de la Confederación Mexicana de Trabajadores (CTM), que encabeza Joaquín Gamboa Pascoe, señalan que en los últimos días de diciembre y hasta al 7 de enero, la canasta alimentaria recomendable aumentó 15 pesos, al pasar de 194 pesos a 213 pesos. Por lo que ahora, una familia mexicana tiene que trabajar 23 horas, con 43 minutos para poder adquirirla. Además, la pérdida del poder adquisitivo llegó al 78.9 por ciento.
Y si una familia quisiera adquirir una canasta básica constitucional, tendrían que trabajar, cerca de 47 horas. Eso implicaría que todos los miembros de una familia tengan que trabajar para comprar los alimentos básicos.
Es decir, los productos de la canasta básica se han vuelto inalcanzables para el sector obrero, y quien gana un salario mínimo de 70.10 pesos, quizá le alcanzará para adquirir un kilo de tortillas, un atún, un jitomate y una cebolla, dejando fuera gastos de transporte, educación y vivienda, ropa, zapatos y servicios.
En poco más de dos años del actual gobierno, la canasta alimenticia recomendable ha tenido un incremento del 10.5 por ciento. La canasta constitucional ha tenido un incremento del 24 por ciento. Lo cual significa que la canasta se ha incrementado 16 por ciento, por encima de los incrementos salariales otorgados.
En su publicación Pulso Laboral, la CTM señala que especialistas destacan que con los aumentos registrados, la canasta constitucional cuesta 1,240 pesos. Por lo que si un mexicano quisiera comprarla debería tener esa cantidad diariamente.
También señalan que inició el nuevo año con su cascada de incrementos, tras el raquítico aumento de 4.2 por ciento, con lo que el mini salario quedó en 70.10 pesos diarios para 2015, y fue rebasado inmediatamente con los “gasolinazos”.
De acuerdo a sus estudios la carestía que afecta a los bolsillos de los trabajadores se puede ver en el precio del huevo que sigue caro, en la capital se compra entre 30 y 36 pesos por kilo; en tanto que en Chiapas cuesta hasta 60 pesos, o en Yucatán en 50 pesos. Otro alimento encarecido es el jitomate, y en los próximos días se prevé un ajuste en el precio de la leche y pan. Además de que se han registrado más aumentos en los productos que utilizan insumos de importación como el caso del pollo, del huevo, la carne de res y puerco.
Se precisa que en 27 años, de 1987 a 2014, el precio de la canasta básica aumentó en una proporción de 4 a 1, en comparación a los salarios mínimos. Actualmente el precio de la canasta básica aumentó 41.14 pesos, pasando de 171.86 a 213, mientras que el salario mínimo sólo aumentó 5.33 pesos, lo que constituye una pérdida del poder adquisitivo del 9.24 por ciento.
Y ello, independientemente de la cuestión de la caída de los precios del petróleo, ya que por el tipo de cambio se comenzaron a cerrar a fines de la segunda quincena de diciembre, y son artículos que utilizan materias primas, o insumos de exportación. Además, el movimiento del tipo de cambio, con la importación de los alimentos, se va a afectar aún más el precio de la canasta básica.
Los especialistas en economía familiar destacan que para comprar una canasta básica se incrementó 10 minutos más de trabajo.
“Entonces, una familia mexicana tiene que trabajar 23 horas, con 43 minutos para poder comprarla”, concluye el documento