Paran labores en Normal Veracruzana por violación a su autonomía
CÓRDOBA, Ver., 10 de septiembre de 2015.- La industria azucarera, y particularmente la producción de caña de azúcar, ha ocupado un lugar privilegiado en la economía de Veracruz, al contar con 22 ingenios, que colocan a la entidad como la primera productora del país, con 36 por ciento de la planta azucarera nacional y más de 6 millones de toneladas de endulzante.
A pesar de lo anterior, es necesario mencionar que en el marco de la reciente licitación para la venta de los ingenios El Potrero, ubicado en Atoyac; el San Miguelito, en Córdoba; El Modelo, en Cardel; y La Providencia, en Cuichapa, la agroindustria azucarera veracruzana enfrenta una crisis de competitividad y requiere de alternativas que resuelvan de raíz los problemas generados por varias décadas en los ingenios y los malos manejos por parte de sus propietarios.
Además es lamentablemente que no se hayan encontrado las correctas estrategias para la reestructuración adecuada del sector y su desempeño como industria en menor a su potencial.
Cabe recordar que desde la conquista española hasta nuestros días, esta industria fue una de las actividades agrícolas de mayor tradición, y había mantenido siempre una posición estratégica y primordial, con una producción de caña de 4.8 toneladas por zafra.
Hay una superficie cultivada de 297 mil hectáreas, que generan una producción de un millón 427 mil toneladas, y se exportan 605 mil 553 toneladas; además, en las zafras se ha llegado a emplear hasta 145 mil cortadores, y a 22 mil trabajadores en los ingenios. En total, casi un 1 millón de personas dependen de esta actividad económica.
Hace años, el elevado desarrollo tecnológico permitió impactar sobre el comportamiento del precio internacional del azúcar, colocando a la industria en una situación de estancamiento.
Según Manuel Aguilera Verduzco, experto en el tema, cada año incrementaba la producción de alcohol de caña y miel, sin embargo la estructura ineficaz generó una crisis de competitividad, así como la pérdida del dinamismo de la industria, que tiene su explicación en la superficie cultivada, el corte de la caña y el bajo rendimiento de los campos.
También, viejos y nuevos problemas pusieron en duda la viabilidad y el futuro de la agroindustria, que se ha mantenido en los últimos años en una incertidumbre permanente, derivada de las dificultades de liquidación oportuna a los productores agrícolas y el desgaste de las tierras de cultivo por falta de mantenimiento y rotación.
Así como por el desmantelamiento del contrato de ley, que ha afectado a los obreros de las fábricas, además de la falta de democracia en el Sindicato Azucarero y el endeudamiento crónico de los ingenios, que se enfrentan en cada ciclo a la reestructuración de su cartera vencida; también afecta la importación masiva de alta fructuosa y la restricción a las exportaciones de azúcar mexicana a Estados Unidos (EU).
A todo esto se suma el resultado de la reprivatización de los ingenios en los noventas, en donde neoempresarios descapitalizaron a la industria, además de las deudas adquiridas a través de los años, que amenazan cada ciclo con cerrar algunas factorías, y la quiebra de 27 de los 60 ingenios del país.
De acuerdo con datos del Colegio de Postgraduados, la industria azucarera ha atravesado por severas crisis, con ganancias mínimas, pérdidas en las ventas y caída de la producción. Si bien ha tenido grandes etapas de crecimiento, también sufrió grandes hundimientos y desde la década de 1980 no ha podido salir de una crisis ocasionada por diferentes aspectos
Después de 2008, la producción de caña de azúcar mostró una tendencia ascendente, que se interrumpió en la zafra de 2009 debido a situaciones climatológicas, el incremento en precios de fertilizantes y el envejecimiento del campo cañero.
Los problemas han aumentado con la infraestructura deficiencia, y la pésima organización de la cosecha, crédito insuficiente, variedades de caña en estado degenerativo, insuficiente fertilización, bajo nivel de tecnología en campo y capacitación, además de que el 60 por ciento se cultiva en zonas de temporal y las zonas de riego son en su mayoría de gravedad.
A pesar de este gris panorama, Zafranet informa que faltan menos de 30 días para el cierre del ciclo azucarero 2014-2015 y esperan noticias favorables para el campo cañero; el organismo confía que no sean afectados por la baja del precio de la tonelada de azúcar a nivel nacional.