Carlos Ramírez/Indicador político
Años antes de que llegara a ser alcaldesa, Salma Karrum Cervantes acudió a mi oficina para ofrecerme en renta un inmueble de su propiedad en el centro de Pátzcuaro. Con evidente nostalgia, la licenciada me narró cómo el negocio que ahí operaba, y que alguna vez llegó a ser exitoso, se encontraba al borde de la quiebra. Al igual que miles de michoacanos, Salma no estuvo excenta de vivir los terribles efectos de la crisis financiera que atravesaba el estado. Pero a pesar de la adversidad, su rostro se iluminó cuando cambiando de tema me platicó sobre sus aspiraciones políticas.
«¡No licenciada, no se meta en eso! Está usted teniendo problemas de dinero y se quiere meter a la grilla. ¡Eso cuesta!”, le advertí a modo de broma. Salma ya había buscado ser candidata del PRI a la alcaldía pero perdió en la interna, proceso en donde incluso confesó haberse endeudado. Pero esa era su gran ilusión: ser alcaldesa de Pátzcuaro.
Con gran esfuerzo y determinación, finalmente Salma alcanzó su sueño en el proceso electoral del 13 de noviembre de 2011. De inmediato le hablé para expresarle mi más sincera felicitación por su victoria. Después de esa llamada, tuve la oportunidad de convivir un par de veces con la ex alcaldesa y su familia, quienes siempre me mostraron un trato afable. La tragedia nubló la vida de Salma a finales de febrero de 2013, cuando su yerno de 28 años de edad fue privado de la vida de dos impactos de bala en la cabeza. Nunca se dieron a conocer las causas del homicidio, pero no pude evitar distinguir el sello del crimen organizado. “¿En que se metió Salma?”, fue la pregunta que mantuve…hasta que se dio a conocer su video. En la grabación la ex alcaldesa declara haber entregado posiciones dentro del ayuntamiento a Los Caballeros Templarios y se dice segura de trabajar con ellos. En pocas palabras, aparece confesa.
Salma Karrum debió haber pedido licencia en el momento en el que su gestión se vió comprometida por una organización criminal. Era claro que las pocas decenas de policías encargadas de mantener el orden en Pátzcuaro no eran rivales para la fuerza de los sicarios. Y aparentemente, acudir con el ahora preso por supuestos vínculos con el narco, y entonces secretario de Gobierno no le pareció buena idea. Pedir licencia era la única salida segura. Pero quizá su lógica fue: “¿tanto trabajo para pedir licencia? Además, mi sustituto tendrá que enfrentar el mismo escenario. Pero más importante quizá: así operan la mayoría de los ayuntamientos en Michoacán!”.
No pasó mucho tiempo para que ante la abrumadora evidencia, el gobierno federal decidiera mostrar su determinación procediendo en su contra. Así, el 3 de septiembre de 2014, Salma Karrum fue internada en el penal federal de Mil Cumbres donde pasaría los últimos días de su vida. No puedo decir que la detención de la ex alcaldesa haya sido injusta, pues sin ser abogado creo que existían suficientes elementos para iniciarle un proceso penal. Sin embargo, me queda la sensación de un cierto grado de inequidad. En su momento se especuló que era el propio líder de los Templarios quien habría filtrado este y otros videos. Pero ahora que ya se le ha capturado no puedo evitar preguntarme: ¿en dónde están el resto de las grabaciones?¿Quién y por qué filtró de manera particular el video de Salma?
Es común observar cómo la mayoría de las personas da la espalda a quien ha caído en desgracia, sobre todo en un asunto de esta naturaleza. A pesar de sus errores, no creo que Salma mereciera morir en calidad de prisionera, sola y separada de su familia. Siempre recordaré a la ex alcaldesa como una mujer ingenua quizá, pero de buen corazón, cuyo mayor pecado fue alcanzar la ilusión de su vida en un mal momento.
Descanse en paz, Salma Karrum Cervantes.