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CD DEL VATICANO, Roma., 25 de abril de 2014.- Este domingo 27 de abril se registrará un hecho histórico para la iglesia católica, la doble canonización de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII; lo que es considerado un acierto del Papa Francisco, para reconciliar dos visiones de la Iglesia, una rivalidad histórica entre sectores conservadores y progresistas en el seno del Vaticano.
En las causas de canonización de la Iglesia, de forma general, para proclamar a una persona como santa es necesario demostrar dos milagros atribuidos a su intercesión. El primer milagro es requerido para que esa persona sea reconocida como beata, mientras que el segundo, que debe registrarse luego de la beatificación, para proceder a la canonización.
Angelo Giuseppe Roncalli nació en 1881, en Sotto il Monte, al norte de Italia; fungió como patriarca de la iglesia católica bajo el nombre de Juan XXIII, el “Papa bueno” durante el periodo de 1958 a 1963, año en que falleció. Fue beatificado en el año 2000 por el mismo pontífice con el que compartirá canonización el próximo 27 de abril, Juan Pablo II.
A Giuseppe se le atribuyen varios milagros, pero sólo uno de ellos ha sido reconocido por el Vaticano: en 1966, cuando sanó Sor Caterina Capitani, que padecía una perforación gástrica hemorrágica y peritonitis aguda, que al colocarle una imagen del papa en el estómago, se recuperó.
Para muchos, Juan XXIII evolucionó la iglesia católica, no sólo con romper el esquema de oficiar la misa de espaldas y en latín a los oyentes y ordenarla frente a los feligreses y en su idioma patrio, sino por ser el autor del Concilio Vaticano II, destinado a promover la unión de los cristianos de las diferentes iglesias, donde se realizaron drásticos cambios a la doctrina eclesiástica.
En tanto, el polaco Karol Wojtyla, tomó el nombre de Juan Pablo II en octubre de 1978, y es catalogado como un pontífice conservador y moderno, carismático e inflexible en temas morales, contribuyó al derrumbe del comunismo y pidió que el mundo se abriera a Cuba, en una histórica visita a la isla.
Visitó 129 países, algunos de ellos más de una vez, como Brasil o México. Falleció el 2 de abril del 2005, tras una larga enfermedad que el mundo entero siguió paso a paso. El pontífice número 264 de la historia de la Iglesia fue beatificado por su sucesor, Benedicto XVI, y será canonizado por el argentino Francisco, el primer Papa latinoamericano.
El Papa polaco será santo tan sólo nueve años después de su muerte, un plazo récord, y después de haber sido aclamado por la multitud que pedía durante su funeral en la plaza de San Pedro, que fuera proclamado «santo súbito» (santo ya).
Las autoridades de la Iglesia certificaron dos milagros gracias a su intercesión. El primero y que permitió que fuera beatificado en 2011, la curación del Parkinson de la monja y enfermera francesa Marie Simon Pierre, de 51 años, quien según la comisión médica se curó de manera inexplicable de la enfermedad de Parkinson, y el segundo milagro suscitado en Floribeth Mora, de Costa Rica, que sanó de un aneurisma cerebral, lo que permite, según las normas de la Iglesia, que sea consagrado santo.
Las etapas para lograr la santidad son:
Primera: el candidato es declarado «Siervo de Dios».
Segunda: es declarado «venerable».
Tercera: Beatificación. El individuo es declarado «beato» y requiere un milagro atribuido al candidato.
Cuarta: canonizado como santo para veneración de la Iglesia, pero requiere milagros adicionales confirmados o el decreto del papa vigente.