Listo el festival Xalapa y su cultura
XALAPA, Ver., 28 de agosto de 2015.- Este 28 de agosto se conmemora el Día del Adulto Mayor, pero muchos, dicen, no tienen nada que celebrar, pues la vida no es igual para todos.
Rosa Durán Ballesteros, con 67 años y los achaques propios de la edad, sale todos los días de su casa, ubicada en la Zamora, una colonia humilde de esta capital, a trabajar para poder llevar sustento a su familia.
En su frágil espalda carga un paquete hojas verdes que vende a la gente para hacer tamales, ella misma siembra y cosecha. Lo que pagan por ellas lo usa para que en su mesa no falte la comida.
Con una familia de dos hijos y varios nietos, explicó que el trabajo diario es el pan de cada día. Uno de sus hijos tiene un trabajo en el centro de la ciudad para mantener a sus nietos. “Ellos casi no están, se van a la escuela y ya llegan en la noche”.
Su hijo, el menor, estudia la carrera de Ingeniería de Alimentos en la Universidad Veracruzana (UV). “Él trabaja para su escuela y yo lo que vendo es para que comamos”.
La mujer de la tercera edad se ve cansada; sin embargo, dice muy entusiasmada que todos los días trabaja en el campo. “Me gusta mucho hacerlo, yo vendo lo que siembro de mi casa”.
“Cuando voy al campo me salgo a las 6 y media de la mañana, voy a azadonar, luego a las 11 ya reparto; por la tarde regreso a mi casa y hago la comida para mi hijo, el estudiante”.
Los días que sale a ofrecer sus productos, Rosa recorre casa por casa y, a veces, con suerte, tiene pedidos que entregar. “Yo gano poquito, no gano mucho. Vendo poquito, la hoja de 5 pesos, hoy traje 10, ya son 50 pesos”.
Explicó que en temporada de calabaza también hace buenas ventas de esa verdura. “También vendo nopales, me los dan para que yo los venda y de ahí me dan unos 25 pesos”
Rosa Durán es un adulto mayor que al igual que muchos en el estado de Veracruz, aún trabaja todos los días para que su familia pueda sobrevivir.