Inauguran techado en telesecundaria de Xalapa
XALAPA, Ver., 19 de julio de 2015.- En la vida moderna los roles sociales han cambiado, y en el caso de la paternidad este cambio ha sido a favor: ahora el concepto de “padre proveedor” tiene una mejor representación, aseguró el investigador del Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana (UV), Benno de Keijzer Fokker.
Conforme a datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información (Inegi), 16 por ciento de los hogares monoparentales son encabezadas por varones. Es decir, de 797 mil familias, 42 mil padres son solteros, 259 mil divorciados y 495 mil son viudos.
En ese sentido, señaló que los papás en la actualidad ya no sólo se encargan de proveer lo económico para la familia y ser la autoridad, sino también se involucran más en el desarrollo integral de sus hijos, es decir, en ser proveedores de afecto.
«Hay un intento de clasificación que hemos hecho de los padres en términos de los padres históricos que eran fundamentalmente proveedores, daban a la familia el sustento económico y servían de autoridad. Se ve un aumento de los padres que deciden ser proveedores de afecto y de guías de los hijos».
No obstante, la tendencia no es del todo nueva en la sociedad, pues sí se ha visto un aumento en los últimos años, sobre todo cuando las madres de familia se desenvuelven más en el ámbito laboral y buscan un desarrollo profesional.
También puntualizó la necesidad de llevar a cabo algunas acciones como sociedad para que este cambio, a través del cual los padres se interesan más por sus hijos y se muestran atentos a su desarrollo, sea reflexionado y no se deba a presiones de las parejas.
«Hay sectores donde se está cambiando, se está ampliando para no ser nada más proveedor sino un padre que participe en el trabajo doméstico, un padre más cercano a los hijos en general. Esto trae beneficios para él y los hijos, pues los acompaña en ese proceso de crecimiento y es un padre que varón encuentra muchos elementos de riqueza. Pero si el padre es muy violento y dominante, trae efectos negativos sobre los hijos».