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MÉXICO, DF, 7 de diciembre de 2015.- El juez federal responsable del caso de Oceanografía, Felipe Consuelo Soto, rechazó este lunes la petición hecha por acreedores de la empresa, quienes exigieron que fuera declarada en quiebra, por haber transcurrido más de un año desde que se le declaró en concurso mercantil.
De acuerdo con Reforma, en caso de que fuera declarada en quiebra, se tendría que nombrar un síndico para liquidar los activos y pagar lo que se pueda a acreedores que reclaman más de 14 mil millones de pesos.
El impreso explicó que el Grupo Financiero Banamex, filial mexicana de la naviera estadounidense Otto Candies, y otras dos navieras, alegaron que el juez debió declarar la quiebra, pues ya pasó con exceso el plazo de un año para la conciliación con acreedores, que empezó a correr el 14 de agosto de 2014.
Candies Mexican Investments reconoce una deuda de mil 500 millones de pesos en el concurso mercantil, mientras que las navieras Marfield y Shanara Maritime son dueñas de Caballo Maya y Caballo Marango, los buques más importantes que le quedan a la empresa, que el juez rechazó devolver y siguen bajo control del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
Por su parte, Banamex fue víctima de un fraude perpetrado por Oceanografía y reclama 7 mil 600 millones de pesos, pero sólo tiene reconocidos 112 millones de pesos en el concurso.
Cabe recordar que Consuelo Soto tuvo que dictar un acuerdo el 25 de noviembre, en que puso a consideración de los acreedores una propuesta de convenio de reestructura, porque un tribunal unitario revocó la sentencia de mayo, en la que había aprobado el convenio propuesto por el conciliador José Antonio de Anda Turati, pues que no se respetaron los plazos para que fuera revisado por todos los acreedores.
«Dicho acuerdo fue dictado en cumplimiento a la sentencia emitida por el tribunal de alzada, quien no otorgó plenitud de jurisdicción para proveer situación diversa a la acordada, por lo cual no resultaba procedente pronunciarse respecto al inicio de la etapa de quiebra», explicó.
Aseguró que «no existe capricho alguno» de su parte por alargar el periodo de conciliación, pues una vez que el conciliador le presente de nuevo el convenio, decidirá si lo aprueba o lo rechaza y declara la quiebra.
El convenio original requería una inyección de 76 millones de dólares, sin que públicamente se sepa de algún inversionista, por lo que la situación de Oceanografía es parecida a la de Mexicana de Aviación, otro concurso mercantil en el que el mismo juez estuvo a cargo y en el que se le acusó de prolongar indebidamente la etapa de conciliación.
Una reforma de enero de 2014 a la Ley de Concursos Mercantiles estableció, de manera categórica, que la conciliación en ningún caso puede durar más de 365 días naturales.