Llama Juan de Dios García Davish a la ONU a defensa de periodistas
XALAPA, Ver., 18 enero de 2016.- Una de las investigaciones que más se han filtrado por las autoridades a los medios de comunicación es sin duda, la de Joaquín El Chapo Guzmán Loera.
Ya ha sucedido otras veces: por ejemplo, y para no irse lejos, el homicidio de cinco personas en la colonia Narvarte, donde perdieron la vida el fotoreportero Rubén Espinosa y la activista Nadia Vera.
La presión mediática fue tanta, que medios de comunicación tuvieron información privilegiada y revelaron detalles del expediente del caso. Un juez tuvo que intervenir y ordenar a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) detener las filtraciones.
Con la recaptura de El Chapo sucede lo mismo: el Gobierno Federal y la Procuraduría General de la República (PGR) han tolerado toda clase de filtraciones que revelan detalles de las indagatorias con el mismo modus operandi: abrir el expediente a los medios de comunicación que anuncian con bombo y platillo sus “exclusivas”.
Incluso para dar a conocer la última guarida de El Chapo, la Secretaría de la Defensa Nacional y Marina Armada llevaron, con todos los gastos pagados, a más de 400 reporteros a Sinaloa, para conocer, narrar y hacer crónica de la historia del momento.
El pasado 8 de enero el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, dio a conocer mediante Twitter la recaptura del capo del Cártel de Sinaloa, desde entonces, la información del caso, supuestamente parte de la investigación de carácter confidencial, no ha dejado de fluir.
Esa misma noche, la procuradora general de la República, Arely Gómez González, dio a conocer detalles sobre las investigaciones y operativo de seguridad realizados para lograr la captura de Joaquín Guzmán Loera: destacó que se recabaron 303 declaraciones, 111 inspecciones ministeriales, mil 142 requerimientos a diversas autoridades, y 101 indicios recabados en el sitio de su evasión; de igual manera, se llevaron a cabo 32 cateos y 25 aseguramientos.
La funcionaria destacó que el elemento fundamental para su captura fue su intención de filmar una película autobiográfica, para lo cual entabló comunicación y sostuvo encuentros con actrices y productores.
Al día siguiente, el diario estadounidense The New York Times reveló que el actor y productor Sean Penn la actriz mexicana Kate del Castillo sostuvieron un encuentro con El Chapo Guzmán para realizarle una entrevista para la revista Rolling Stone.
Y aquí empezaba la película.
El 11 de enero, el periodista Carlos Loret de Mola presentó en su programa de Noticieros Televisa un video “exclusivo” –después varios medios de comunicación tuvieron acceso a él- del operativo Cisne Negro llevado a cabo por un comando armado de la Marina en la casa de seguridad ubicada Los Mochis, Sinaloa, y durante el cual fue recapturado El Chapo Guzmán.
El diario Milenio reveló el 13 de enero, conversaciones entre El Chapo Guzmán y la actriz mexicana, pero con un plus: no se habían reunido sólo con fines “laborales”, pues los mensajes entre ambos y su abogado dejaron ver que él le hacía grandes regalos e intentaba mantenerse en contacto con ella a todas horas.
El diálogo intervenido se extiende del 25 de septiembre al 9 de noviembre de 2015.
La atención se centró en la actriz, pero en distintas ocasiones se lee en sus mensajes que el actor, director y productor, Sean Penn, sabía del capo y estaba dispuesto a entrevistarlo, lo cual logró hacer tres meses antes de su recaptura, el 2 de octubre, y a seis meses de su fuga del Altiplano.
Apenas el 17 de enero, el caso se aderezaría con una foto de Guzmán Loera en la celda del penal de máxima seguridad, la cual publicó el periodista Carlos Loret de Mola en su cuenta de Twitter.
Este lunes, ahora el portal de El Universal, reveló una nueva conversación de la actriz, ya bajo investigación de la PGR, con el abogado de Guzmán Loera, Andrés Granados Flores, en los que se lee que la mexicana se alegra de que el capo se encontrara prófugo, además de la intención de asociarse con el capo en la producción de un tequila de su propiedad, “Honor del Castillo”.
Y Ante todo esto, la PGR parece incompetente para detener la difusión de la información que ronda en la investigación que debería mantenerse en secrecía.