Acercan Ciencia y Tecnología a estudiantes de sectores marginados
MÉXICO, DF, 10 de febrero de 2016.- El rancho El Limón, donde se encontraron los restos de dos de los cinco jóvenes desaparecido en Tierra Blanca “era utilizado para desaparecer víctimas, no sólo era para ejecutar o quemar, la manera en que se encontraron las piezas era para que no pudieran ser localizadas las personas”, explicó el fiscal General del Estado, Luis Ángel Bravo Contreras.
En entrevista con Adela Micha, explicó que en este rancho se hallaron centenares de restos humanos, óseos, “pero son diminutos, lo que los peritos explican es que en el análisis científico y pericial no hay la posibilidad de decir cuántas personas tienen empatía genéticas con los restos”.
Cabe agregar que el equipo de Quadratín confirmó que este rancho es propiedad de Francisco Navarrete Serna, alias El Ingeniero, presunto líder criminal del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), quien fue detenido el pasado 24 de enero por elementos de la Gendarmería Nacional y la Fuerza Civil junto con su hijo y otro sujeto.
Mencionó que parte de estas minipiezas óseas se encontraron en el interior de un río, “el trabajo de los peritos fue acucioso y amplio el tiempo que buscaron información, son cientos de pedacitos de huesos, y el análisis urgente que hicieron dio más alguna porción con el cuerpo del hijo del señor Bernardo Benítez, pero hay piezas de las que no lograron extraer información”.
Luis Ángel Bravo aseveró que la búsqueda sigue y se hará justicia completa, “tenemos a siete responsables, iremos por los demás responsables, y no se descarta que en ese rancho pudo haber estado uno de estos policías que participaron en la detención de dichos policías”.