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MÉXICO, DF, 8 de diciembre de 2015.- Los 12 mil millones de pesos canalizados por el gobierno federal en los últimos 15 años a las universidades públicas son prácticamente «cacahuates» frente a un pasivo contingente de 300 mil millones de pesos, indicó el actuario Francisco Miguel Aguirre Farías, quien dijo que todas tienen sistemas de pensiones quebrados, tanto que ya aportan cerca del 30 por ciento de sus recursos ordinarios a pagar a sus pensionados.
De acuerdo con Reforma, el actuario insistió: «Estoy convencido de que tarde o temprano el gobierno federal tendrá que entrarle al tema de las pensiones, por lo pronto que nos siga ayudando con esto, que como saben son cacahuates, porque nos da mil millones cuando los pasivos contingentes son 300 mil millones de pesos».
También aseguró que en el gobierno federal no existe una sola instancia encargada de establecer, regular y fijar una política nacional sobre pensiones en todas las Universidades Públicas Estatales (UPES) y agregó que el problema financiero más grave es la deuda oculta a revelar.
Incluso, mencionó que las universidades de Michoacán y Oaxaca tienen problemas más acuciosos, porque no han modificado en nada su sistema de pensiones y precisó que en 21 universidades se modificaron los esquemas de pensiones para las generaciones actuales, y 27 para las futuras.
Expuso que uno de los cambios fue el salario regulador, para que los trabajadores no se jubilen con el último salario, sino con el promedio de los últimos cinco años; “la mala noticia es que la Suprema Corte de Justicia declaró inconstitucional el salario regulador, lo que implica problemas gravísimos».
Por su parte el secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Jaime Valls Esponda, comentó que si bien el Fondo para las Reformas Estructurales de las UPES ha generado ahorros casi del 50 por ciento a los sistemas de pensiones, se requiere establecer un monto extraordinario de recursos para atender los pasivos contingentes actuales.