Carlos Ramírez/Indicador político
* Reestructurar
Son muy diversos los conceptos que se le han dado a la Economía. En resumen, se puede decir que se trata de una ciencia social que estudia los procesos de producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios.
Algunas corrientes describen a la ciencia económica como la que analiza el comportamiento humano como una relación entre fines dados y medios escasos que tienen usos alternativos.
Aunque estas definiciones suenen densas o complicadas para el ciudadano común, seguramente se identificará con muchas de las tareas que un economista debe realizar.
La administración financiera de un hogar es un ejemplo básico, accesible, de la aplicación práctica de la Economía.
Una regla de oro para mantener el orden económico en el hogar es no gastar más de lo que se percibe. Alguien que administra un hogar lo primero que hace es verificar cuánto dinero entra a la casa, para a partir de ahí definir en qué lo va a utilizar. Establece prioridades y prevé, incluso, la creación de un fondo de ahorro para emergencias.
Así es como debe manejarse la economía púbica. Se deben definir con claridad los ingresos, y a partir de esa noción, distribuirlos de la mejor manera.
En el hogar, cuando se requiere hacer un gasto mayúsculo (la compra de una casa o de un vehículo, por ejemplo) se puede recurrir a la contratación de un crédito. Sin embargo, al momento de contratarlo se debe tener muy claro a cuánto ascenderán las obligaciones, los pagos parciales, y por cuánto tiempo, para incluirlos en el presupuesto de gastos de la familia.
Lo mismo se debe aplicar en el Gobierno. Cuando se determina que hay obras y acciones que son urgentes e indispensables, en caso de no contar con los recursos suficientes para su realización, se recurre a la contratación de créditos.
El Gobierno también debe poner especial atención en los costos de dicho crédito y las obligaciones que se generan.
Si en un hogar se empieza a gastar más de lo que ingresa, ese hogar entrará en una crisis. Lo mismo sucede con el Gobierno.
Los siguientes son consejos prácticos para que un jefe de familia supere una crisis financiera:
Primero: Hay que detener el crecimiento de la bola de nieve. La regla número uno es dejar de endeudarse.
Segundo: Anotar el destino de cada peso. Apuntar al detalle el destino de cada centavo que entra a la casa.
Tercero: Hacer un plan de gastos detallado y revisar dicho plan de forma periódica, para evitar que nos desviemos de él.
Cuarto: Estudiar las deudas, saber en detalle cuánto se debe, conocer el monto mínimo que se debe pagar y tratar de fundirlas.
Quinto: Hacer un plan de pagos, para lo que se destinarán cuotas específicas y se cumplirá religiosamente con dichas obligaciones.
Sexto: Reducir gastos. Una crisis financiera es una buena oportunidad para adoptar un estilo de vida más modesto. Si aún no alcanza, habrá que reducir más los gastos. Debemos vivir de acuerdo con nuestras posibilidades reales.
Y séptimo: Romper el círculo vicioso. No gastar más de lo que percibimos.
El senador José Yunes Zorrilla fue el primero en mencionar la posibilidad de que el Gobierno de Veracruz reestructure su deuda. Dijo que ya se negocia con instancias federales y que esta semana se estarán sentando con la Secretaría de Hacienda para revisar las opciones.
Aclaró algo que es inevitable: Reestructurar la deuda implica pedir recursos, alargar plazos y negociar tasas.
Esto es, provocar que la deuda crezca aún más.
Este lunes el Gobernador Javier Duarte admitió que se analiza esa posibilidad, aunque aclaró que se trata de una decisión exclusiva de la administración estatal.
Reactivar la economía y cumplir con obligaciones que se han ido acumulando, deben ser los objetivos de una potencial reestructura, la segunda en el último lustro.
Que sea para bien.