Raúl López Gómez/Cosmovisión
* Los costos de la crisis
Una semana más que inicia con el reclamo de pagos al gobierno estatal. Desde temprana hora del lunes numerosas pipas fueron estacionadas afuera del edificio de la Secretaría de Finanzas del Estado (Sefiplan). Reclaman el pago de servicios prestados.
Por su parte, los pensionados del IPE amagan con volver a las calles y tomar una vez más las instalaciones de la Sefiplan, en caso de que se vuelvan a atrasar sus pagos.
La situación no es nueva y la causa tampoco desconocida. El Gobierno de Veracruz enfrenta problemas de liquidez y no se ve que se puedan resolver pronto.
Este lunes el periódico Reforma presentó un trabajo en el que revisa el lastre que significa para los gobiernos estatales el pago del servicio de su deuda.
Según esta investigación, en 2014, los gobiernos estatales gastaron 28 mil 866 millones de pesos para pagar intereses, comisiones y otros gastos relacionados con su deuda.
El monto equivale a 7% de la deuda total que tienen registradas las Administraciones estatales en Hacienda.
El Gobierno del Distrito Federal fue el que más erogó, con 3 mil 761 millones de pesos, seguido por Veracruz con 3 mil 591 millones y el Estado de México con 2 mil 953 millones de pesos. Nuevo León, mientras tanto, destinó 2 mil 794 millones de pesos.
Según Humberto Panti, director senior de finanzas públicas de Fitch Ratings, se debe revisar cada entidad para conocer las presiones que generan en sus finanzas estos pagos, pues existen estados que, aunque tienen una deuda elevada, pueden acceder a mejores términos y condiciones para el pago de su deuda, como el Distrito Federal, pero al mismo tiempo hay otros, como Nuevo León, con tasas elevadas.
Quintana Roo, Michoacán, Veracruz, Zacatecas, Coahuila, Nayarit y Nuevo León son las entidades con mayores riesgos.
Y todo eso se refiere, exclusivamente, a la deuda pactada con instituciones financieras. No incluye el llamado “pasivo circulante” que es lo que el Estado le debe a sus proveedores, a sus contratistas. Pagos que antes tardaban un mes en concretarse, ahora tardan más de un año, y terminan siendo negociados bajo la mesa.
Si bien Veracruz no ha sufrido este año recortes considerables con motivo de la baja en los precios internacionales del petróleo, los especialistas advierten que el verdadero impacto negativo se podría dar en el 2016.
Así, pues, el cierre de la actual administración estatal y la elección para definir al sucesor podrían verse contaminados por un ambiente económico adverso, con las consecuencias que eso puede acarrear para el partido en el poder.
Ya en ocasiones anteriores se ha advertido en este espacio que para quienes aspiran a ocupar, en diciembre del próximo año, el cargo que hoy ostenta Javier Duarte de Ochoa, debe ser de vital importancia coadyuvar para que el actual mandatario estatal se fortalezca, pues de lo contrario se encontrarán durante su campaña con un ambiente tan negativo, que les restará muchos votos.
Hoy en Veracruz la economía esta contraída.
Las cifras de Coneval ubican a esta entidad como una de las que ha visto aumentar el número de pobres, efecto contrario a uno de los principales objetivos del Plan Veracruzano de Desarrollo.
Estas cifras negativas repercuten en el ánimo de la sociedad e impactan en los procesos electorales.
La solución es que todos los actores políticos se sumen para sacar al Estado del bache en el que se encuentra sumido, de lo contrario, pagarán el precio en el proceso electoral del 2016.