Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
* Los nuevos policías
Eran principios de los años 80, cuando Narciso Elvira deambulaba por los campos “Juárez” de Xalapa, allá por la zona universitaria, justo donde ahora se ubican la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Informática (USBI), el gimnasio, y la sala de conciertos.
Con un brazo izquierdo privilegiado, “Chicho” Elvira aún no cumplía los 15 años de edad y ya se lo disputaban los principales equipos de beisbol amateur de la región. Por sus extraordinarias facultades fue enviado a la academia de beisbol de Pastejé, donde terminó de formarse y se integró a las ligas profesionales.
Luego de pasar con gran éxito por la Liga Mexicana, donde lanzó dos juegos sin permitir hit ni carrera, Narciso Elvira, nativo de Tlalixcoyan, llegó a las Grandes Ligas. Pasó por los Dodgers de Los Ángeles, por los Rangers de Texas y los Cerveceros de Milwaukee. Jugó también en Japón.
Tras retirarse, Narciso Elvira regresó a su tierra, se hizo de un rancho y se dedicó a la siembra de caña.
El pasado 16 de junio, Chicho Elvira y tres de sus trabajadores fueron secuestrados minutos después de haber salido de su casa, en la comunidad de Cocuite.
Por su destacada trayectoria deportiva, la noticia del secuestro de Narciso Elvira dio la vuelta al mundo.
Desde hace un par de semanas corrió fuerte la versión en la zona de La Mixtequilla, de que el exbeisbolista ya había sido asesinado.
Por fortuna, el rumor resultó falso.
Este fin de semana Narciso Elvira y otras cuatro personas fueron rescatados tras un operativo conjunto entre elementos policiacos de los estados de Veracruz y Chiapas.
No se conocen aún muchos detalles, pero se sabe que la liberación del beisbolista se registró en los límites de los municipios de Catemaco y San Andrés Tuxtla y fueron detenidas seis personas, que formaban parte de una banda dedicada al secuestro.
En una extensa entrevista concedida al periodista Jorge Fernández Menéndez, del periódico Excélsior, el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos explicó un extraño fenómeno que se da en todo el país.
Comentó que tras desarticular a los grandes cárteles del narcotráfico, sus estructuras criminales se fueron fragmentando, para terminar convertidas en bandas que pelean entre sí y que extorsionan, roban, secuestran y matan.
“Eso es lo que le molesta al ciudadano: que se metan a su casa, que le roben su vehículo, que le secuestren a un familiar, que lo extorsionen en su negocio”, dijo el titular de la Sedena, y advirtió que para combatir esos delitos se requiere reconstruir a las policías, aunque lamentó que ese proceso, la formación de una nueva generación de policías, no avance a la velocidad que se requiere.
En el mes de mayo, durante la ceremonia de graduación de generaciones 11 y 12 del llamado Nuevo Modelo Policial, el gobernador Javier Duarte dijo que la formación de policías capaces y confiables, es la base de un proceso de transformación para consolidar una estrategia de seguridad a la altura de los retos y oportunidades en la entidad.
En referencia a los elementos que se graduaban, dijo que se trata de policías que fueron evaluados, certificados, y capacitados, que demostraron estar resueltos a servir y proteger, además de contar con capacidad logística y operativa para hacer frente a la delincuencia.
Eso es lo que piden los veracruzanos y esa es la obligación de nuestras autoridades.
Ojalá el golpe dado a la delincuencia con el rescate de Narciso Elvira, sea el inicio de una nueva etapa de tranquilidad y concordia en Veracruz.