Ruperto Vázquez Ovando/Opinión en línea
* Alberto Silva, la apuesta
Tal vez las señales no han sido muy claras, y eso ha provocado que algunos se equivoquen.
No deben confundirse.
Alberto Silva no llegará al PRI para coordinarle la campaña a nadie. Él llegará al partido para construir su propia campaña, su propio escenario.
Alberto Silva es la apuesta de Javier Duarte para la sucesión. No hay otro. Los demás, están ya unidos en torno al diputado federal por Tuxpan.
Érick Lagos, Adolfo Mota, Jorge Carvallo, Édgar Spinoso, Gabriel Deantes, Harry Grappa son algunos de los personajes cercanos a Javier Duarte que trabajan ya en el proyecto de Alberto Silva.
En el acto de asunción como dirigente estatal del PRI (programado para el próximo domingo, siempre y cuando lo permita la agenda del dirigente nacional Manlio Fabio Beltrones) Alberto Silva habrá de mostrar el músculo, su capacidad de convocatoria y el peso político que tiene a nivel central, allá, donde se deciden las candidaturas a Gobernador.
El objetivo es que desde esa trinchera, Alberto Silva crezca lo suficiente para meterse en la contienda, en la recta final, por la gubernatura de dos años. Tal vez no le alcance, pero el escenario en Veracruz será muy distinto al actual, cuando se tome la decisión.
Los senadores José y Héctor Yunes ya tomaron nota del movimiento de Javier Duarte, y no modifican su postura. Ellos se saben arriba en las encuestas e irán con todo por la candidatura. Lo que les queda claro es que ya hay un tercer contendiente, que cuenta con el respaldo (político y financiero) del Gobernador de Veracruz.
Esta es la señal que todos los operadores políticos estaban esperando. Mientras el Gobernador no mostrara por quién habría de inclinarse, la clase política de Veracruz, los que de verdad influyen en las elecciones, permanecían a la expectativa. Hoy ya saben para quién deben trabajar.
Hoy nada garantiza que Alberto Silva vaya a ser el candidato priista a la gubernatura del 2016, pero se envía la señal de que habrá de participar en la carrera por esa posición, y que cuenta con las armas que se requieren.
El Gobernador hará su parte. A él le toca componer las cosas en la entidad, superar la actual crisis y mostrar un estado unido en torno a su gobernante. Le toca componer su relación con la prensa, lo mismo que con los empresarios. Le toca hacer lo necesario para reactivar la economía. Le toca poner orden en lo financiero y cerrar de la mejor forma, para que eso se refleje en las urnas.
Lo que Alberto Silva debe hacer es trabajar en la unidad del partido que habrá de dirigir. Debe sumar voluntades en torno a Javier Duarte, pues serán esas mismas voluntades las que requerirá si consigue a candidatura.
Aquí mismo se anticipó. Esta semana será de decisiones y la próxima de resultados. Para Javier Duarte la carrera por su relevo está iniciando y si algo hay que reconocerle es que en esas tareas, en las electorales, ha sido muy eficaz.
Este lunes en la columna “Templo Mayor”, del periódico Reforma, se anticipaba: “Con la mente puesta en las 13 elecciones del próximo año, de las cuales en 12 estará en pelea la gubernatura, el sonorense (Manlio Fabio Beltrones) ha comenzado a designar a los nuevos delegados del CEN. Se trata de un grupo de embajadores de la dirigencia nacional del PRI con todos los poderes para conducir el proceso electoral en estados en los que hay riesgos de ruptura interna o una fuerte oposición”.
Veracruz es uno de esos estados. El relevo para Jesús Medellín es inminente. Es sólo uno de muchos ajustes que habrán de suceder en las próximas semanas en el PRI estatal.
La carrera ya inició.