Raúl López Gómez/Cosmovisión
Seguridad: Lo que falta por hacer
No es un tema fortuito, populista, o basura de las redes sociales. Se trata de un reclamo formal, serio, del Presidente Enrique Peña Nieto a los gobernadores del país: Deben fortalecer y depurar sus cuerpos policiacos. Las fuerzas armadas están para respaldarlos, no para reemplazarlos.
El Presidente de México acudió a Tlaxcala a clausurar los trabajos de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) y aprovechó el foro para destacar los avances en su política contra el crimen. Dijo que en los últimos cinco meses se han reducido las extorsiones en 22.4% y los secuestros en 23% con respecto al mismo periodo de hace tres años.
El Presidente reconoció sin embargo, la labor realizada por los gobernadores para garantizar que se celebraran en paz y con tranquilidad las elecciones federales del pasado 7 de junio.
Enrique Peña Nieto llamó a los mandatarios estatales a dejar atrás los tiempos de contienda electoral y a sumarse al gobierno federal para redoblar el paso y resolver los problemas que aquejan al país.
A los nueve gobernadores que dejarán su encargo este mismo año, los exhortó a seguir trabajando hasta el final de su gestión, y al resto les demandó unidad “más allá de su origen partidario”, para enfrentar los problemas de inseguridad, inequidad y falta de prosperidad.
El llamado del Presidente tiene que ser escuchado y atendido en Veracruz. La labor de depuración y fortalecimiento de las corporaciones policiacas no ha concluido. Ejemplos de ello son incidentes como el ocurrido la noche del martes en el centro de Xalapa, en el que una patrulla de Tránsito golpeó a un taxi y se dio a la fuga. O la confirmación de que en zonas serranas están operando grupos de autodefensa.
En su mensaje, el Presidente les está diciendo a los gobernadores que no evadan su responsabilidad, que no puede estar mandando al Ejército y a la Marina a hacer el trabajo de las corporaciones policiacas locales, las que año con año reciben recursos para su capacitación y fortalecimiento.
En Veracruz a la menor oportunidad el gobierno estatal lanza cifras alegres acerca de las generaciones de nuevos elementos de seguridad pública, formados bajo los parámetros de la llamada “nueva policía acreditable”, y sin embargo los municipios de la entidad siguen intentando enfrentar a la delincuencia con elementos improvisados, mal pagados y peor equipados.
Para nadie es un secreto que las policías estatales y municipales están infiltradas por las mafias que operan en la entidad, y este cáncer ha alcanzado también a las nuevas generaciones de policías. Los responsables de la seguridad pública en Veracruz trabajan intensamente para corregir esas fallas, pero sus esfuerzos hasta el momento han sido insuficientes.
Formación de nuevos policías, promoción de la participación organizada de la población en tareas de integración social y prevención del delito, y estrecha coordinación con municipios y federación, deben ser los puntales del programa de seguridad pública en el estado.
No son tiempos de presumir logros. Por cada acierto brotan muchos más errores. Son tiempos de cerrar filas en torno al Presidente y al Gobernador, para ofrecer a los veracruzanos un clima de paz y concordia social.