Carlos Ramírez/Indicador político
La obsesión del Peje
Hay quien atribuye al dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador, la especie de que cada que visitaba México Carlos Salinas de Gortari, (desde su auto-exilio político) en este país se registraba un temblor.
Para «El Peje», el causante de todos los males, el «chupacabras», el villano favorito era -y sigue siendo- Carlos Salinas.
Hoy, en Veracruz, al Presidente de Morena le toca jugar carambola y pegarle al mismo tiempo a los candidatos del PRI y de la extraña alianza PAN-PRD, por lo que no encontró mejor elemento de coincidencia que al ex Presidente de México.
Además, si para pegarle a los candidatos tenía que darle su «sobadita» al mandatario estatal, pues ni modo.
Todo sea por el raiting.
Andrés Manuel se dijo extrañado de que tanto Televisa como el periódico Reforma –medios a los que ubica como «instrumentos al servicio de la mafia del poder»— estén atacando Javier Duarte, al que -según él- «siempre estaban protegiendo», y que ahora apoyen a Miguel Ángel Yunes Linares.
“Mi instinto me dice que Salinas se quiere venir a apoderar de todo Veracruz a través de Yunes Linares”, remata El Peje.
Dijo que hay muchos que piensan que ante la corrupción de gobernantes priistas la opción es el PAN, pero les advierte que «van a cometer un error garrafal, porque son lo mismo». Aseguró que Yunes Linares, del PAN, «es un empleado de Carlos Salinas de Gortari, del jefe de la mafia del poder, es salinista, y tiene mucho dinero».
Como ejemplo de la hipocresía que, dijo, impera alrededor de la campaña de Yunes Linares, recordó que éste inició su campaña presentando una denuncia en contra de Javier Duarte, a quien acusó de corrupción, y después se dio a conocer a nivel mundial, que hay políticos que lavan dinero en el extranjero, entre ellos uno de los hijos de Miguel Ángel Yunes.
En Veracruz las palabras de Andrés Manuel López Obrador tomaron por sorpresa a sus seguidores, muchos de los cuales se han sumado a los cuestionamientos contra el actual Gobernador de Veracruz. Ven con extrañeza que su líder máximo hable de la corrupción en Veracruz y no enfile sus cañones contra Javier Duarte.
No entienden que Duarte ya es Gobernador, ya no está compitiendo, y que los enemigos de Morena hoy son los primos hermanos.
Desde el pasado lunes, en charla con columnistas de Xalapa, el diputado local Francisco Garrido Sánchez anticipó que su salida del partido Alternativa Veracruzana (Ave) estaba próxima. Dijo que no esperaría hasta concluir su gestión en el Congreso, pero tampoco mencionó que fuera a darse tan pronto.
Este miércoles, desde su oficina en el Palacio Legislativo anunció su renuncia del partido que fundó junto con el actual dirigente estatal, Alfredo Tress.
Aunque habla de «cerrazón» y autoritarismo, una fue la razón fundamental de esta ruptura: Francisco Garrido estaba en contra de la alianza con el PRI en estas elecciones, alianza que promovió todo el tiempo Alfredo Tress.
Garrido Sánchez opina que dicha alianza le restará, en lugar de sumarle votos al Ave. En los distritos en los que se acordó que fuerzan candidatos de Alternativa Veracruzana, los más complicados rivales son los propios priistas, inconformes de que sus dirigentes los hayan «cedido».
Aliarse con el partido en el poder, con un gobierno estatal tan lastimado en los medios y en las redes, le significa -en opinión de Francisco Garrido- un pesado lastre al Ave.
Muy pronto lo sabremos.
*Este texto es responsabilidad absoluta del autor.