Quirino Moreno Quiza/Repechaje
Una elección de tercios
Cuando Javier Duarte reflexiona sobre su situación (algo que, seguramente, hace cada vez menos) encuentra pronto consuelo en los males ajenos.
En ese razonamiento, Veracruz está mal, pero peor está Tamaulipas, o Guerrero. También Michoacán y el propio estado de Morelos, cuyo gobernante encontró en Veracruz la ahora famosa «caja china».
Pero no puede hallar mejor respiro que en el infierno que vive el Presidente de México. La más reciente encuesta de GEA-ISA, indica que la imagen de Enrique Peña Nieto se mantiene en niveles bajos (44 por ciento de aprobación y 53 de desaprobación) y su gabinete está aún peor, pues es aprobado apenas por el 39 por ciento.
Lo que para Javier Duarte significa un tímido rayo de esperanza, es que a pesar de los números negativos de los gobernantes, el PRI tiene la aprobación del 44 por ciento de los encuestados y al menos el 34 por ciento se identifican con esas siglas, contra 14 por ciento del PAN y apenas siete por ciento del PRD y de Morena.
Estos números, lo mismo que los triunfos alcanzados en elecciones recientes, le hacen suponer a Javier Duarte que el rechazo a su gobierno y a su partido es producto de campañas mediáticas, que la percepción que generan las redes sociales se queda ahí, y no se aterriza a las urnas, por lo que -según sus propios cálculos- las posibilidades de que el candidato a la gubernatura de su partido se imponga el próximo 5 de junio, son altamente favorables.
Aclaro: Esto es sólo otra visión de los hechos. Ya lo dice aquella frase popular: «Nada es verdad, nada es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira».
Hay, sin embargo, nuevas variables en el comportamiento de la sociedad que deben ser tomadas en cuenta.
Una de ellas es la iniciativa de Ley llamada “3 de 3”, que obligaría -en caso de ser aprobada- a incluir en la Ley General de Responsabilidades Administrativas, el que los funcionarios públicos designados y los electos tengan que someterse a la presentación de declaraciones patrimoniales, fiscales y de conflicto de intereses.
La propuesta surgió de la sociedad organizada y ha ido tomando fuerza. Para ser considerada como iniciativa ciudadana se exigían 120 mil firmas y los promotores lograron reunir casi 300 mil.
La propuesta tiene un fin muy claro: Exigir transparencia y rendición de cuentas a los partidos políticos, a los servidores públicos y a los legisladores, lo que demostraría, además, que la sociedad está alcanzando niveles de hartazgos pocas veces vistos y que, a diferencias de otros tiempos, ahora sí ha encontrado cauces legales para manifestarse.
Los cálculos fríos, los que se obtienen de invertir muchas horas frente a la computadora, seguramente le darán una visión optimista a Javier Duarte y a sus operadores, pero es a partir de una revisión más detallada del comportamiento de los ciudadanos como se pueden anticipar resultados atípicos, que no alcanzan a ser percibidos por las estadísticas.
Veracruz es un estado altamente politizado, sus niveles de participación suelen ir a la alza cuando se definen alcaldías o la gubernatura. Con los más diversos matices, las casas encuestadoras tienden a cerrar las diferencias entre los competidores y en esta entidad prevén lo que se ha dado en llamar «una elección de tercios», esto es, que los tres principales candidatos anden rondando el 30 por ciento de la votación y que entre ellos no existan más de tres puntos de diferencia.
Con un escenario así nadie puede sentirse optimista. Eso sería pecar de ingenuo.
*Este texto es responsailidad absoluta del autor.