Azcárraga y Televisa, una historia criminal
* Los lastres de Héctor
A pesar de la ventaja que mantiene sobre los otros aspirantes a la gubernatura, Héctor Yunes Landa debe tener claro que la contienda electoral será muy complicada y que requerirá del trabajo conjunto del priismo y de los partidos aliados, para imponerse.
Todas las encuestas ubican a Héctor Yunes con altas calificaciones en lo personal, pero sus números se caen en forma dramática en cuanto se le asocia con su partido, el PRI, y el resultado es peor cuando se le vincula a los gobernantes emanados de ese partido.
El propio Héctor Yunes lo admitió en entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva:
– ¿Javier Duarte es un pasivo para tu campaña?
– Sí lo es.
– ¿Casi un lastre?
– Sí, sí lo es.
Y eso no es todo. Ahora resulta que hasta Enrique Peña Nieto le genera «negativos» a los candidatos de su partido.
El analista político José Luis García Soto recopiló varias encuestas en las que se muestra la calificación del Presidente de México y los resultados que se arrojan son para preocupar.
Así lo explica:
«La disminución en la aprobación presidencial, registrada en las más recientes encuestas, confirma lo que en el PRI comentan como secreto a voces: que rumbo a las próximas elecciones locales en 13 estados, 12 de ellos para renovar gubernaturas, la figura del presidente Enrique Peña Nieto se convirtió en un ‘lastre’ para el partido gobernante, que se verá impactado por la percepción ciudadana sobre la actuación del gobierno peñista en temas como la economía, con el aumento del dólar, la corrupción y la violencia en inseguridad en varias zonas del país».
García Soto explica que en la más reciente encuesta de Buendía y Laredo se registra un incremento en la población que reprueba la labor del presidente, que subió del 51 al 56%, mientras que su aprobación bajó de 42 a 32% de noviembre a la fecha.
A pesar de que lo celebraron y lo presentaron en el pasado aniversario de su partido como autor de ‘la revolución del siglo XXI’, Peña Nieto dejó de ser un activo político para su partido ante la preocupación e incertidumbre creciente por el rumbo del país al tercer año de su administración. Según los resultados del sondeo, una mayoría de 56% ve por muy mal camino al país, mientras apenas 23% cree que vamos por buen camino.
Frente a un escenario tan sombrío, lo que le toca a Héctor Yunes Landa es, en lo posible, «rascarse con sus propias uñas» y respaldarse en la poderosa estructura electoral de su partido. No sería la primera vez en la que el PRI sorprende con una victoria contundente cuando en los medios y en las encuestas se le vaticinaba la derrota. Eso lo logra gracias a que tiene en las bases un voto duro muy consistente, que le permite superar las más fuertes tormentas.
El mismo periodista hace referencia a la fuerza de la estructura del partido tricolor:
«Todavía en 2015, en los comicios federales intermedios, el presidente y su partido celebraron que no hubo el ‘voto de castigo’ que muchos analistas y opinadores anticiparon, pues aún con una baja histórica en su votación, el PRI se alzó con mayoría simple en la Cámara de Diputados. La incógnita es si ocurrirá lo mismo en las gubernaturas en disputa el próximo 5 de junio ¿Se impondrá la maquinaria priísta a pesar del desgaste evidente de Peña Nieto y de que el presidente hoy es lastre para el partido gobernante?».
Veracruz fue uno de los mejores ejemplos de que, a pesar de los vaticinios negativos, el PRI sabe sacar victorias que lucen milagrosas.
El de este año es un reto mayúsculo. Héctor Yunes lo debe saber y tendrá que actuar en consecuencia.