Los enemigos del pueblo
La apuesta de Cuitláhuac
Cuitláhuac García, virtual candidato de Morena a la gubernatura de Veracruz, no tiene reparo en admitirlo: Sus posibilidades de triunfo están basadas en la popularidad de su líder nacional, Andrés Manuel López Obrador, en el hartazgo de los veracruzanos con la guerra fratricida entre azules y rojos, y en las simpatías entre los grupos de izquierda, que ya no se ven representados por el PRD.
Le apuesta, también, al voto de los indecisos.
Él apenas está empezando a ser conocido y todavía llega a comunidades en donde dudan que en realidad sea el favorecido con la voluntad de Andrés Manuel. «Así nos engañó el actual alcalde (Alejandro Sánchez Franco, del PRD). Dijo que era amigo de López Obrador y después nos enteramos de que no era cierto», le respondió un receloso ciudadano del municipio de Chiconamel.
Él, sin embargo, no se ha cruzado de brazos. Morena ya tiene presencia en los 212 ayuntamientos. En algunos apenas formó los comités de base, a partir de los cuales se cimentará la estructura de ese partido.
Desde su propio análisis, la competencia por la gubernatura la tendrá con el abanderado de la alianza PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares, pues considera que el lastre que carga Héctor Yunes lo llevará a la derrota.
Para Morena y para el propio Andrés Manuel López Obrador, el estado de Veracruz es un enclave prioritario, que tendrá un importante peso rumbo a la sucesión presidencial del 2018. Es por ello que en la actualidad 21 legisladores federales de ese partido fueron comisionados para «operar» en esta entidad.
Existe, sin embargo, la percepción entre los analistas políticos de que Cuitláhuac tiene considerada la posibilidad de que no resulte vencedor y entonces echaría a andar un «plan B», pues sería, de los derrotados, el que mayores beneficios obtendría de esta campaña.
Es joven y está siendo conocido en la entidad. Un segundo intento, en el 2018, con Andrés Manuel haciendo campaña por la Presidencia, ahora sí por un período de seis años, sería para él una apuesta más ganable.
Rechaza que su activismo sirva para restarle votos a Miguel Ángel Yunes Linares, en beneficio de Héctor Yunes Landa. Se dice confiado en la victoria y, por lo tanto, considera que es el candidato priista el que le está quitando votos útiles a él.
Dice tener propuestas y habló de algunas, aunque se disculpó de presentarlas de forma paulatina, «porque me las copian».
Sabe que en dos años muy poco es lo que se puede hacer. Descartó, de entrada, comprometerse a realizar un plan para la atracción de inversiones. Explicó que en sólo dos años no daría tiempo y él prefiere atacar objetivos más alcanzables.
Reducir hasta en un 20 por ciento el gasto corriente será una de sus prioridades, con medidas realmente drásticas, como la reducción de los salarios para los altos mandos. En su opinión, ninguno de ellos debe ganar más de 35 mil pesos mensuales, con los cuales -además- deberán pagarse su vehículo y sus viáticos. Promete reducir el oneroso gasto de oficinas como la del Gobernador o la de la Secretaría de Gobierno, y a la vez mejorar las condiciones económicas de la burocracia, para desincentivar la corrupción «de ventanilla».
Plantea aplicar un programa muy completo de apoyo a los adultos mayores y programas de empleo para los jóvenes que hoy no encuentran oportunidades y son fácil presa de la delincuencia.
Es maestro de tiempo completo en la UV y, por supuesto, ofreció que habrá de saldar las deudas con esa casa de estudios, aunque a cambio pedirá que se hagan los ajustes en esa institución para incrementar la matrícula. «Siempre respetando la autonomía de la Universidad», aclaró.
Cuitláhuac García se presenta como una opción fresca, diferente y percibe que eso es lo que están buscando muchos veracruzanos.
Habrá que ver.
*Este texto es responsabilidad absoluta del autor.