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Carlos Ramírez/Indicador político
* El curioso caso Montiel
Desde hace muchos años el actual delegado federal de Sedesol en Veracruz, Marcelo Montiel Montiel, es considerado uno de los operadores políticos más eficaces del PRI en el sur de la entidad.
Su paso, en dos ocasiones, por la Presidencia Municipal de Coatzacoalcos, y su gestión como legislador local, así como la impecable operación política que realizó para imponer a otros alcaldes en Puerto México, lo califican como un verdadero cacique político en el extremo sur de la entidad.
Y aunque en el ámbito electoral se ha caracterizado por su utilidad al sistema, es en el administrativo, en el manejo de finanzas públicas, donde ha demostrado que tiene su “talón de Aquiles”.
Por allá del 2007, el actual candidato a la diputación federal por Coatzacoalcos, ahora abanderado por el PRI, el médico Rafael García Bringas exhibió lo que llamó “el libro negro” de Marcelo Montiel, con una relación detallada de presuntos actos de corrupción cometidos durante la gestión municipal del hoy delegado federal de Sedesol. Ahí se hablaba de desvío de recursos, de irregularidades en la contratación de obra pública y de la apropiación de lo cobrado por concepto de impuestos a la industria petroquímica.
De todos es conocido, porque él mismo lo presume, el rancho que posee Marcelo Montiel Montiel cerca de Curitiba, en Brasil. Su afición por aquel país de Sudamérica lo inspiró para ordenar la construcción de una réplica del Cristo de Corcovado, pero la obra terminó siendo una copia de muy mala calidad, que no se concluyó y que terminó abandonada y sometida a la corrosión, pero que sí sirvió para justificar el desvío de fuertes sumas de dinero.
Lo extraño de este caso es que la carrera política de Marcelo Montiel ha estado ligada desde hace más de una década, al joven político nativo de Perote José Francisco Yunes Zorrilla, un ejemplo de sobriedad y pulcritud.
Marcel Montiel fue el coordinador de la primera campaña de Pepe Yunes al Senado de la República, en el 2006, campaña en la que fueron derrotados debido a la traición del entonces gobernador Fidel Herrera Beltrán.
En fechas recientes Pepe Yunes recordaba aquel episodio y mencionaba que los dos únicos amigos que se quedaron con él hasta el final, una vez que conocieron el resultado de la elección, fueron Marcelo Montiel y Alberto Silva.
Llama la atención este vínculo de amistad, pues confronta a ambos personajes.
José Yunes Zorrilla ha acentuado en los meses recientes su crítica al presunto desaseo en el que habrían incurrido funcionarios del gobierno estatal de Veracruz. Su discurso ha sido contundente:
“El Estado tiene que generar nuevas condiciones y empezar en algún momento nuevos escenarios, en donde los corruptos estén en la cárcel, en donde los recursos que tienen que llegar a aspectos tan sensibles como la educación, el combate a la pobreza, salud, lleguen de manera puntual y oportuna”.
Resulta que hoy uno de sus amigos, uno de sus aliados, es señalado directamente de evidentes actos de corrupción. El senador Alejandro Encinas presentó información, videograbaciones y documentos que documentan un presunto desvío de recursos públicos por al menos 500 millones de pesos en la delegación que encabeza Marcelo Montiel Montiel.
El legislador documentó el robo de apoyos a jornaleros agrícolas y de tarjetas bancarias; la falsificación de firmas de presuntos beneficiarios, así como obras fantasmas que se reportan como realizadas dentro del Programa de Empleo Temporal.
El expediente, que contiene 623 archivos, fue entregado en las oficinas de Sedesol, en la Secretaría de la Función Pública, en la Auditoría Superior de la Federación, y en la Fiscalía Especial para Delitos Electorales (Fepade), así como en la CNDH y la PGR para que realicen las investigaciones correspondientes.
La información incrimina al actual delegado de Sedesol en Veracruz, Marcelo Montiel Montiel, como responsable del presunto desvío de recursos para promoverse como candidato del PRI a la gubernatura.
Ya Marcelo Montiel salió a negar que haya cometido delito electoral alguno, o que haya desviado recursos públicos. Dijo estar dispuesto a comparecer ante cualquier instancia, “porque tenemos la conciencia tranquila, de que las cosas se han hecho bien, que no se puede malversar la información, que las obras y acciones que realiza la Sedesol Veracruz están presentes”.
Dijo, además, que los videos “son montajes manipulados que representan una estrategia perversa basada en la falsedad, con el objetivo de desacreditar nuestro trabajo”.
En atención a la exigencia de su amigo, el senador José Francisco Yunes Zorrilla, justo es que se lleve esta investigación hasta sus últimas consecuencias.
Si en realidad hay voluntad de sanear al estado, no se pueden hacer excepciones.
Ni con los que hayan saqueado las arcas del estado, pero tampoco con los que pudieran haberlo hecho desde una oficina federal, por donde pasaron millones de pesos que debieron llegar a las clases más desprotegidas de Veracruz.