Raúl López Gómez/Cosmovisión
* Flavino y Vicente
Llegó acompañando al titular de la Secretaría de Educación en la entidad, Flavino Ríos Alvarado. Aunque es poco conocido en Veracruz, su nombre tuvo fuerte resonancia el último día del mes de marzo.
Ese día, el periodista Héctor Moctezuma narró en su columna “Circuito Cerrado” que la noche previa se había registrado en Xalapa “una gran movilización policiaca” y explicaba que se trató de un operativo de la PGR “para aprehender a más de una veintena de ex funcionarios y funcionarios de la actual administración acusados de actos de corrupción”.
Fue más allá: Explicó que se trataba de “personajes de la política veracruzana ligados al ex gobernador Fidel Herrera Beltrán y de su esposa Rosa Borunda de Herrera; otros, gente cercana al actual mandatario estatal, Javier Duarte de Ochoa, que llevaron a la entidad a la bancarrota”.
No fue cierta la versión.
No lo escuché de manera directa, pero el colega Arturo Reyes Isidoro me hizo saber que este articulista del periódico Milenio admitió ante él que “se había equivocado”, al dar a conocer ese supuesto operativo, porque en realidad “apenas se va a llevar a cabo, muy pronto”.
Llamó la atención la presencia de Héctor Moctezuma en una reunión “petit comité”, como la calificó Omar Alemán desde que hizo la convocatoria para el encuentro en su casa. Se trataba de una comida con el titular de la SEV sin otro fin que el de convivir con amigos de los medios de comunicación.
Lo mismo generó curiosidad la presencia de la exalcaldesa de Xalapa Armida Ramírez, quien aprovechó el foro para dar su versión de las recientes notas periodísticas que la involucran en escándalos de carácter doméstico.
Lo demás fue hablar de lo que sucede en el país, en la entidad y, especialmente, en el sector educativo. Flavino Ríos estuvo acompañado del Oficial Mayor Vicente Benítez, y entre ambos dieron una amplia explicación de las medidas que han tomado para acabar con los “aviadores” en ese sector, y de otras acciones que tienen como fin ordenar el inmenso aparato administrativo.
Es consecuencia, dijeron, de la reforma educativa aprobada apenas el año pasado. Las mismas medidas de control que la Federación ha adoptado con la gigantesca nómina a su cargo, se tienen que aplicar en la entidad con las plazas estatales.
Hicieron especial énfasis en la complejidad que representa el sector educativo en Veracruz, que destaca a nivel nacional por estar entre las de mayor número de maestros y, por consecuencia, de mayor gasto en ese rubro.
Un estado con gran complejidad geográfica, con gran diversidad cultural y con profundas diferencias en su desarrollo económico, que ha logrado transitar en este período de ajustes provocados por la reforma, de manera pacífica, con el consenso y la participación directa de los organismos sindicales.
El proceso no ha concluido. Han ido avanzando poco a poco, pero con pasos firmes. Se trata de arrancar de raíz esas viejas costumbres, vicios que se hicieron norma en el sistema estatal y que ya no tienen cabida con la nueva Ley.
Comentaron la visita –una más- del Gobernador Javier Duarte a las oficinas centrales de la SEV, que fueron remodeladas, y del buen ánimo con el que recibieron los empleados al mandatario estatal.
Flavino Ríos no se quedó con las ganas. Lanzó la pregunta al aire:
– “Ahora yo les pregunto a ustedes. ¿Cómo nos ven? ¿Qué opinan de lo que estamos haciendo en este sector?
Risas nerviosas, bromas al aire. Nadie le contestó. “Después nos lee”, le advirtieron.
Otro punto que destacó el titular de la SEV. Dijo estar trabajando “en perfecta sintonía” con el responsable administrativo Vicente Benítez. “Ya lo conocía, pero no habíamos tenido la oportunidad de compartir responsabilidades. Es un joven muy capaz y con gran disposición para servir”.
Antes había mencionado que lleva muy buena relación con todos los subsecretarios. “Les doy su lugar, les permito trabajar y aportar sus propuestas en los temas que les competen. Todos han respondido de gran forma”.
Fue una breve, pero muy grata reunión, distendida. No llegaban a 15 los presentes.
Flavino y Vicente convivieron con todos, “dieron nota” y se despidieron.
Es, simplemente, otra forma de tender puentes.