La despolitización del pueblo y sus nefastas consecuencias
Delinea Manlio perfil de candidatos
(¿Qué onda con la foto? Ayer el Gobierno del Estado subió a su página una fotografía donde se ven el gobernador Javier Duarte de Ochoa y el diputado local del AVE Francisco Garrido Sánchez y con un pie de foto muy escueto diciendo sólo que fue para discutir “distintos temas de interés para Veracruz”. Claro que tuvo un propósito. ¿Cuál?)
Hube de recurrir al Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española, para tener preciso el significado del concepto “demoscopia”: “Estudio de las opiniones, aficiones y comportamiento humanos mediante sondeos de opinión”.
Es que el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, usó el término el sábado pasado en una reunión en la que dijo que quienes aspiran a ser postulados el próximo año a un cargo de elección popular obtendrán ese derecho cuando “su prestigio y fama pública acrediten sus virtudes”.
Una de las divisas que lo animan para enfrentar los comicios del ya próximo 2016 es construir una fortaleza electoral sólida y formar gobiernos responsables, “comprometidos con la transparencia, la rendición de cuentas y el combate de la corrupción, como lo demandan los ciudadanos”, además de que se harán estudios demoscópicos que demuestren que se encuentran en un nivel de reconocimiento y aceptación social.
Esa es la tarea que tendrá que hacer la Comisión Política Permanente con cuyos integrantes se reunió en privado en la sede nacional de su partido (en el CEN tricolor se comentó que a esa sesión estaba invitado el gobernador Javier Duarte pero que no llegó), reunión en la que adelantó que una vez que nombre este lunes al equipo que lo acompañará en su Comité Ejecutivo Nacional, iniciará una gira por todo el país para saber quiénes pudieran aspirar “legítimamente” a puestos de elección popular en los procesos del próximo año.
Manlio anunció que recorrerá el país “con un ánimo de diálogo e inclusión que aseguren la cohesión y unidad del PRI, y con oídos atentos a todos quienes aspiran legítimamente a ser candidatos a un cargo de elección popular”.
El PRI, pues, echa a andar su maquinaria, pero por lo que se advierte ya no ve las cosas tan fáciles como antes y acaso el descalabro electoral que sufrió en Nuevo León a manos de los ciudadanos cansados de la corrupción de los gobiernos priistas y panistas, en ese caso del exgobernador priista Rodrigo Medina, y por la inconformidad popular que hay también en muchos estados del país por la corrupción y la impunidad prevalecientes, de la que Veracruz no escapa, lo ha llevado a fijar parámetros que tendrán que cumplir y aduanas que tendrán que pasar quienes aspiren a ser candidatos al Gobierno del Estado y a diputados locales en el caso particular de nuestro estado.
Prestigio, (buena) fama pública, transparencia, rendición de cuentas, combate a la corrupción, buen nivel de reconocimiento y aceptación social. ¿Quiénes y cuántos de los que aspiran y de los que se mencionan en los medios, en la columnas políticas periodísticas (porque ellos mismos se autopromueven), cumplen con todos esos requisitos?
Eso podría explicar por qué, hasta donde se sabe, independientemente de los nombres que ya se manejan de personas allegadas al actual grupo en el poder a los que se promueve y busca llevar a la próxima Legislatura, se confecciona otra lista que se reporta directamente al Comité Ejecutivo Nacional, con nombres de personas tal vez no tan vistos pero no tan señalados como para ser competitivos.
Pero en esa tarea que ha encomendado Manlio Fabio Beltrones a los integrantes de la Comisión Política Permanente, a éstos bien se les podría dotar de cañas de pescar para que pesquen a los peces gordos de su partido que tanto daño le hacen a su imagen y que pondrán en riesgo la elección de 2016 pero también la de 2018 si se logran colar y aumentan el descontento y el repudio popular contra todo lo que huela a priismo.
¿También ellos harán el ridículo?
¿Y la denuncia en contra del alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez? ¿Harán ahora el ridículo los diputados locales priistas de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río que lo acusaron ante la Fiscalía General del Estado?
El pasado 25 de septiembre, los diputados María Belén Fernández del Puerto, José Ramón Gutiérrez de Velasco, Tonatiuh Pola Estrada, Raúl Zarrabal Ferat y Gustavo Gudiño Corro, hicieron un show y se presentaron ante la Fiscalía acusándolo por el delito de enriquecimiento ilícito. Según Gutiérrez de Velasco, la denuncia estaba bien sustentada y habría “una consecuencia legal”. Todavía no se explica por qué sólo ellos y no todos los diputados priistas si están seguros de la denuncia.
Pero como comenté en la columna del lunes pasado hace una semana (“También se ayuda diciendo que no”), el propio fiscal general del Estado, Luis Ángel Bravo Contreras, dijo que “no sería necesario” tramitar el desafuero contra el alcalde para investigar su supuesto enriquecimiento ilícito.
“El desafuero procede cuando una vez agotados los elementos de investigación hay elementos para poder ejercitar acción penal. En este momento no tengo ninguno que me diga que ya está lista la investigación para proceder al siguiente escaño procesal que es el Legislativo”, declaró.
Luego, el viernes pasado fue el propio gobernador Javier Duarte de Ochoa quien se deslindó de la denuncia, afirmando que tampoco manda en la Fiscalía. “Ni soy el demandante ni la autoridad que resuelve el caso. Es un tema jurisdiccional”.
¿To’ns? ¿Sabrán estos diputados locales que a nivel federal los Yunes del estero “la pueden” y que no serán un hueso fácil de roer? Para dar una idea, no obstante la versión local que me dieron, en el centro político del país manejan como otra la causa por la que no vino el gabinete federal de seguridad el miércoles pasado a poner en servicio el Campo Militar de la Huasteca en Tempoal como se había anunciado previamente.
Esa causa habría sido una petición del General Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, al titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para que le diera oportunidad primero de escuchar el jueves 8 al senador Fernando Yunes Márquez, con quien tenía agendada una reunión, encuentro que se celebró y en la que el joven legislador aprovechó para agradecerle la oportunidad del trabajo conjunto y eficiente mientras fungió como presidente de la Comisión de Defensa Nacional del Senado de la República antes de pasar a presidir la de Justicia, ahora, además de que también pasó a ser secretario de la Comisión de Seguridad Pública del Senado.
¿De qué otra cosa hablaron y qué tanto? Sólo ellos lo saben. Pero por el nivel de su interlocutor y la deferencia que tuvo para con él, es señal de que no están mancos y que se van a defender, máxime que el padre de los jóvenes es ahora el presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados, donde seguirá teniendo relación con personajes como el General Secretario. ¿Habrán tomado nota ya los diputados locales en mención? A ver si no terminan ellos siendo los investigados.
Héctor, no le baja
El senador Héctor Yunes Landa ya no quita el pie del acelerador. En su artículo semanal dominical de ayer volvió a arremeter en contra de la administración estatal. Al abordar el tema del aumento al impuesto a la nómina, afirma que “a estas alturas en las que está por concluir el sexenio, exhortar solamente al actual gobierno estatal a que haga un manejo responsable de los recursos –que transparente y racionalice el gasto– es predicar en el desierto y pedir un milagro”.
Afirma que “Para nadie es un secreto la abultada deuda o la deplorable situación económica que vive el estado de Veracruz. A pesar de ello, se propuso de forma irresponsable el aumento a un impuesto que puede generar la destrucción de empleos y que no producirá ninguna inversión”. Ya comentaremos ampliamente sobre su postura.