Invita Secver a tercera edición del Festival del Cempasúchil 2024
XALAPA, Ver., 29 de marzo de 2016.- El 28 de abril de 2014 el presidente Enrique Peña Nieto presentó con bombo y platillo, en un evento que duró una hora con 38 minutos de discursos, promesas y cifras multimillonarias, el Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018 (PNI); 7.7 billones de pesos para 743 proyectos que deberían concluirse en 2018. A dos años del plazo, el cuento de hadas parece imposible: la mitad de los proyectos apenas llevan 25 por ciento de avance, tres de cada 10 ni siquiera se han empezado, y muchos han sido cancelados.
El PNI llegó con dos años de retraso, y las metas, sumamente ambiciosas, en los hechos no se ven realizables: hasta dos puntos porcentuales adicionales al Producto Interno Bruto (PIB) al finalizar el sexenio, y 350 mil nuevos empleos anuales.
Un programa que se firmó en 2014, pero que hasta 2015 y 2016 fueron etiquetados los recursos para las obras contempladas. Por primera vez, dijo el Presidente en su intervención, se incluyen seis sectores estratégicos: comunicaciones y transportes, energía, hidráulico, salud, desarrollo urbano y vivienda, y turismo.
Las inversiones más fuertes serían en tres sectores: Primero Petróleos Mexicanos (Pemex), 129 proyectos en los que se invertirían 3.9 billones de pesos; cuatro proyectos en materia de Desarrollo Agrario, Rural y Urbano, con una inversión de 1.8 billones de pesos, y 223 proyectos de Comunicaciones y Transportes, con una inversión de 1.3 billones de pesos.
Estos rubros representan más de 80 por ciento de los recursos anunciados para el “mayor programa de infraestructura y obra pública de la historia de México”, como se publicitó entonces.
En cuanto a infraestructura hidráulica, se fijó una inversión de 415 mil millones de pesos; en materia de infraestructura turística, se programaron más de 180 mil millones de pesos, y finalmente, en el sector salud se estableció una inversión por 72 mil 800 millones de pesos.
EL PROYECTO QUE NACIÓ MUERTO
Gran parte del dinero del que dispone el gobierno federal se calcula de acuerdo con las estimaciones del precio del petróleo. Cuando el PNI fue anunciado el 28 de abril, la mezcla mexicana se cotizaba entre 90-95 dólares el barril, unos meses después comenzó su estrepitosa caída, hasta llegar a menos de 25 dólares por barril.
Esto provocó una ola de recortes al presupuesto, de proyectos cancelados, de contracción del gasto y de una crisis económica que está afectando la mayoría de los planes de inversión del gobierno de la República.
Petróleos Mexicanos es el mejor de los ejemplos: de una inversión espectacular de 3.9 billones de pesos para 129 proyectos, en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2016 únicamente se contemplaron la mitad obras con una inversión de sólo una tercera parte del presupuesto original.
Sin contar los proyectos nacionales ni regionales, para los estados se habían asignado 86 proyectos de remodelación, reparación, ampliación o construcción de nueva infraestructura para Pemex. En el Presupuesto de Egresos 2016 hubo un recorte de 37 obras, que equivalían a 251 mil 909 millones de pesos que ya no serán invertidos en las regiones.
En este sentido, el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México AC (CICM), Víctor Ortiz Ensástegui, señaló que es necesario redefinir el Programa Nacional de Infraestructura, y fue contundente en señalar que el PNI no se cumplirá como se tenía pensado.
No obstante, dijo que los ingenieros deberán estar preparados para iniciar la construcción de esos proyectos, es decir, contar con el anteproyecto, proyecto y cálculos, entre otros estudios que se requieren previos a la construcción, para que llegado el momento se reanuden.
En cuanto a Pemex, el exconsejero de la empresa productiva del estado, Fluvio Ruiz Alarcón, señaló que todos los proyectos no convencionales se fueron abajo porque “difícilmente, cualquier cosa que tu costo de producción rebase los 25 dólares, en este momento no es viable”.
Pese a que aún hay 49 proyectos vigentes, consideró que con los eventuales recortes, “no creo que sobreviva ninguno”, porque lo que les resulta fatal a los proyectos no convencionales “son los altos costos de producción y el bajo precio del petróleo”.
LAS OBRAS ESTELARES: SUSPENDIDAS, CANCELADAS O NO INICIADAS
Durante su discurso al presentar el Programa Nacional de Infraestructura, Peña Nieto puso como ejemplo una lista de las más destacas obras en materia de comunicaciones y transporte para su sexenio, que a dos años de anunciarse, la mayoría no ha empezado, e incluso algunas fueron suspendidas y canceladas.
En materia ferroviaria, el tren de pasajeros México-Querétaro, con una inversión de 43 mil millones de pesos, es un ejemplo. De acuerdo con el semáforo de obra pública de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), lleva un avance físico de 0 por ciento, tenía contemplado entregarse en 1 de diciembre de 2017, pero la dependencia suspendió la obra; y el Tren Transpeninsular Quintana Roo-Yucatán, en el que se invertirían 4 mil 162 millones de pesos, de plano fue cancelado.
El Tren Interurbano México-Toluca, en el que se invertirán 42 mil 700 millones de pesos, y que apenas a finales de 2015 se dio el fallo de la licitación, con un avance físico de 4 por ciento, se tiene contemplado finalizar el 1 de diciembre de 2017.
La Ampliación del Tren Eléctrico de Guadalajara, con una inversión de 17 mil 692 millones de pesos, lleva un avance físico de 1 por ciento, pero la SCT piensa terminarlo el 29 de diciembre de 2017.
El Metro de Monterrey, con una inversión de 8 mil 39 millones de pesos, es una de las obras que sí se licitó y comenzó, y actualmente lleva un avance de 60 por ciento para concluirse el 31 de diciembre de este año.
En materia de carreteras, Peña Nieto mencionó la autopista Tuxpan-Tampico, en Veracruz, en la que se invertirán 4 mil 977 millones de pesos y lleva un avance físico de 8 por ciento, se tiene planeado que se termine el 31 de diciembre de 2017.
Mencionó las nuevas autopistas de Atizapán-Atlacomulco, con una inversión de 5 mil 860 millones de pesos, lleva un avance físico de 30 por ciento, y se planea concluir el próximo 30 de junio, lo que parece muy difícil.
Anunció que la ampliación del puerto de Veracruz, sin duda la obra de mayor calado en el estado, y en todo el país, con una inversión para la zona norte de 23 mil 933 millones de pesos, y en general de 60 mil millones de pesos, con fecha de conclusión el 1 de noviembre de 2017, lleva un avance físico de 25 por ciento.
La ampliación del puerto de Altamira, en Tamaulipas, en la que se invertirán 10 mil 700 millones de pesos, lleva un avance físico de 13 por ciento, y será una obra que no entregue Peña Nieto, ya que se tiene planeado concluirla el 1 de diciembre de 2018, día que toma protesta el nuevo mandatario nacional.
Ampliación del puerto de Lázaro Cárdenas, que consiste en 5 obras: Terminal especializada de contenedores II (inversión: 5 mil 795 mdp, avance físico: 40 por ciento), Terminal especializada de autos (inversión: 524 mdp, avance físico: 0 por ciento), Terminal de Usos Múltiples III (inversión: 577 mdp, avance físico: 35 por ciento), Terminal de granel (inversión: 60 mdp, avance físico: 22 por ciento) y el Parque industrial (inversión: mil 315 mdp, avance físico: 0 por ciento).
La modernización del puerto de Mazatlán, donde se invertirán 10 mil 667 millones de pesos, lleva un avance físico de 10 por ciento, y se estima que se concluya el 31 de diciembre de 2018.
La ampliación del aeropuerto de Monterrey, con una inversión de 81.6 millones de pesos, lleva un avance físico de 0 por ciento, y se planea concluir el 31 de diciembre de 2018.
Finalmente, la ampliación del aeropuerto de Lázaro Cárdenas, en el que se etiquetaron 48.3 millones y lleva un avance físico de 0 por ciento.
INICIATIVA PRIVADA PODRÍA SALVARNOS ANTE RECORTES: SCT
Ante la grave crisis económica derivada de la histórica baja en los precios del crudo mexicano, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) aún tiene esperanzas y le apuesta a la Iniciativa Privada.
La participación de la inversión privada en el desarrollo de infraestructura ha permitido “superar en gran medida el reto de los ajustes presupuestales y el impacto que tienen en la tarea de dar continuidad a los programas estratégicos”, aseguró el titular, Gerardo Ruiz Esparza, el pasado 8 de marzo.
Durante la inauguración del 28 Congreso Nacional de Ingeniería Civil, el funcionario destacó que este año, salvo la afectación a 10 proyectos carreteros, el desarrollo de obra pública continúa.
“Convocamos a los sectores público y privado a trabajar de la mano para atender los proyectos estratégicos y evaluar los que son susceptibles a desarrollar bajo la Ley de Asociaciones Público-Privadas”, refirió por su parte el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México, Víctor Ensástegui.