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XALAPA, Ver., 9 de diciembre de 2015.- El administrador del albergue Hermanos en el Camino, en la zona de Amatlán de los Reyes, Julián Verónica Fernández, indicó que ahora los indocumentados están modificando sus rutas de tránsito “por seguridad” para evitar atracos por parte del crimen organizado en su travesía hacia los Estados Unidos (EU), lo que deplora su salud física en todos los sentidos.
En ese sentido, el presbítero de la Diócesis de Córdoba pidió a las autoridades replantear las estrategias de atención y protección a los migrantes.
Aseguró que viven un “lastimoso impacto emocional” y estrés postraumático que los envuelve en la insensibilidad y la pérdida de la fe.
“Aun cuando están tomando otros caminos y ya no trepan al lomo de La Bestia, siguen pasando situaciones muy lamentables, ya que la red de vía de apoyo para ellos ya no está presente, justamente porque se están desviando de la ruta original”.
Dijo que a partir de Coatzacoalcos, Medias Aguas, San Andrés Tuxtla, Acayucan, Tierra Blanca, Veracruz y Amatlán, existe un plan estratégico para la atención y protección de los migrantes como parte de la obligación constitucional del gobierno y los acuerdos internacionales que establece la misma Ley Federal de Migración; sin embargo, la inseguridad que representa la entidad en la ruta del migrante obliga al replanteamiento de estrategias.
“El corredor de acciones para los migrantes había funcionado bien, pero no contábamos con la violencia que creció de manera impresionante en los últimos años; nuestros hermanos están viviendo más adversidades, más situaciones de peligro y están más expuestos a la violencia organizada, incluso están prologando su viaje porque caminan por lugares de difícil acceso”.
Además, comentó que como hace cinco años no ocurría, los centroamericanos con una situación económica menos compleja, pero con el mismo fin de trabajar en la Unión Americana, viajan en camión hasta donde el recurso financiero les permite; no obstante, en algún momento del viaje la violación a sus derechos humanos se da inevitablemente.
“Y esto ha sido de siempre, los abusos y maltrato físico son una situación innegable, incluso, el riesgo a su vida se mira desde el hecho de que el tren aumentara su velocidad, cuántos casos no sabemos de migrantes mutilados en el ferrocarril, lastimando su cuerpo o muriendo al momento”.
Aunado a ello, el prelado reconoció que “no son tratados con gentileza” por parte de los cuerpos de auxilio del Instituto Nacional de Migración (INM) y de Seguridad Pública (SSP), y “lo saben muy bien las autoridades de Derechos Humanos, pero poco pueden hacer ante la violencia que ejerce el mismo personal de migración, al menos en Veracruz esta Comisión es inoperante, aunque esa es otra historia”.
Julián Verónica mencionó que los delincuentes están a la espera de los migrantes para secuestrarlos, “si bien esto no ocurre en el centro del estado sí se da en el sur, esa es la realidad, los migrantes están siendo secuestrados, violentados, maltratados, asesinados por los intereses de la delincuencia organizada y el gobierno no se involucra mucho en atender este asunto”, y tiene la obligación de otorgarles certeza y seguridad física.
Así que las estadísticas en este tema, aseveró, difícilmente podrían cuadrar, “ya que los números que se registran en el sur del estado respecto a la llegada de migrantes se viene adelgazando en el transcurso de la ruta; pueden ocurrir muchas circunstancias, tampoco no todo es que estén siendo desaparecidos, no olvidemos el cambio de rutas, eso tampoco puede dejarse de lado”.
Explicó que los “levantones” que comete el crimen organizado tienen varias razones, por un lado, buscan formarlos como delincuentes, son entrenados para el uso de armas, para matar, los que no tienen aptitudes son “usados” para trata de blancas o asesinados para la venta de órganos.
“Las investigaciones del mismo padre Solalinde han dado con hechos atroces, ha sido un gran activista en favor de la protección de los migrantes y muchos nos hemos sumado a su causa logrando así identificar las problemáticas y realidades a las que se enfrentan sólo en busca de una mejor vida para sus familias, al salir de sus países por la hambruna que viven”.
El presbítero reconoció que los tres órdenes de gobierno han intentado la suma de esfuerzos por brindar las condiciones para que a su paso por el territorio estatal el camino de los migrantes sea aliviado.
“Este camino en general es frustrante, los hermanos que llegan al albergue vienen con los pies heridos de tanto caminar, deshidratados, con un peso muy bajo, con cuadros de anemia y a eso se le suman los golpes físicos y emocionales, su salud mental también está mal; antes Veracruz para los migrantes era un lugar de alivio, ahora se ha convertido en la ruta de la muerte, ya que la violencia y el apoderamiento de los carteles se recrudeció en los últimos cinco años”.