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XALAPA, Ver., 25 de diciembre de 2015.- Cada año, del 16 al 24 de diciembre, las posadas son las fiestas donde se acostumbra a romper las tradicionales piñatas, que son de diversas figuras y, entre ellas, nunca falta la estrella de siete puntas, que tiene un significado religioso.
Roberto de la Cruz Lara, quien tiene más de 20 años dedicándose a la elaboración de piñatas, indicó que estas particulares piñatas de estrellas con siete puntas representan el mal, donde cada pico significa uno de los siete pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
Al romper la piñata, el relleno compuesto por dulces y frutas como la caña, tejocotes y manzanas, es el premio que se obtiene al vencer la maldad.
El artesano indicó que desde hace 4 años la venta de piñatas ha disminuido, pero este 2015 ha bajado más en comparación de otros en los que hacía hasta 120 piñatas. En este diciembre sólo ha elaborado 60 debido a que mucha gente no ha realizado fiestas, además de que los lugares donde las vendía, no le han comprado por falta de demanda.
En cuanto a los personajes que le piden en esta época navideña, relató que son varios, pues hay quien le pide a los protagonistas de la película Frozen, o los más tradicionales como los Reyes Magos, campanas, Santa Claus, pinos navideños, renos y trineos, los cuales tienen un costo de 80 pesos; señaló que también hace unos carros, los cuales pinta a mano y por la elaboración de éstos cobra 120 pesos.
Para la elaboración de las piñatas se tarda alrededor de tres días, dependiendo de la benevolencia del clima; “en un día se forran los globos de papel periódico, si hace buen sol se seca por la tarde y en la noche comienza a armar, posteriormente comienzo el armado formando un cacahuate y poniéndole brazos y piernas, eso al segundo día; el tercer día se viste y se entrega”, dijo.
Finalmente, apuntó que las personas a pesar de tener la intención de celebrar la navidad, la escasez de dinero, derivada de la mala situación económica, ocasiona que pocos tengan recursos para celebrar estas fechas o adornar sus hogares. No obstante, Roberto de la Cruz es optimista y espera que la situación mejore en 2016.