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EMILIANO ZAPATA, Ver., 28 de enero de 2016.- Cuando sus hijos escuchan comentarios negativos de la Policía del Estado, los reclamos para José Martín Gómez Contreras son una constante cada que se encuentra con su familia.
El policía segundo de la Fuerza Civil, con una carrera policial de 17 años en diferentes agrupamientos, consideró injusto el señalamiento que algunos actores de la sociedad han hecho contra la corporación que encabeza Arturo Bermúdez Zurita, tras lo ocurrido en Tierra Blanca, en los primeros días de enero.
“Sí hay policías malos, no se puede negar y lo reprobamos. Pero hay muchos más que por vocación y servicio han dado su vida en el cumplimiento del deber”.
Cuenta que su vida no ha sido fácil en lo personal ni en lo laboral, ya que el desempeño de esta profesión en tiempos actuales se torna cada vez más adverso.
“Pero me inicié en la Secretaría de Seguridad Pública con convicción, con amor, con dedicación y deseos de superación, porque hoy la policía ya no es como antes”.
Lamenta “que por unos paguemos todos”, e insistió que como en cualquier lado siempre habrá buenos y malos servidores públicos. “La verdad me da vergüenza lo ocurrido en Tierra Blanca, me siento apenado, pero de verdad nuestra policía es de las mejores el país. Nuestra labor de mantener el orden y la protección a las familias veracruzanas y sus propiedades es nuestra tarea y día a día nos esforzamos muchos por ello”.
Dijo que su familia también se ha sentido apenada por el aberrante desempeño de los elementos que operaban en la Cuenca del Papaloapan y que participaron en la desaparición forzada de cinco jóvenes originarios de Playa Vicente.
“Me reclaman y no sé qué decir; mi única defensa es mi trabajo. Mis 17 años de carrera, los premios que he recibido en competencias internacionales, mi participación con éxito en distintos operativos, con ese argumento se les pasa el enojo, sobre todo a mis hijos que son pequeños y a veces no entienden pero bien que están atentos de lo que sucede en el trabajo de papá”.
Recuerda que en repetidas ocasiones ha arriesgado su vida por un desconocido, pero hasta ahora ha salido ileso. “Cuando estoy en los enfrentamientos pienso sólo en abatir a los delincuentes, lo hago por mi familia y por las familias de los que no conozco porque todos somos veracruzanos, todos somos Veracruz, me pagan por servir a Veracruz, pero más que eso tengo el compromiso de no fallarle a Veracruz”.
Por ello refirió que pese al descrédito de la Policía Estatal tiene la certeza de que sus hijos crecerían en un estado donde no hay cabida para la impunidad y la corrupción.
“Sé que si falto, al pendiente de mi familia estará la policía y no porque yo haya sido parte de la corporación, sino más bien porque miles no dormimos mientras los demás sí lo hacen, eso es vocación y servicio, de esos elementos son el grueso de nuestra filas”.
Consideró sin justificar que lo que pudo haber orillado a los elementos de Tierra Blanca en la participación de dicho ilícito es la falta de valores, las circunstancias y la deslealtad.
“Cuando recién ese hecho salió a la luz, mi esposa me llamó, prácticamente me puso un ultimátum o mi carrera o mi familia, porque a mi hijo mayor le hicieron comentarios desagradables en la escuela respecto a nuestro trabajo, fue complejo, no supe cómo actuar, esa discusión se ha tenido miles de veces a lo largo de estos años, pero en esta ocasión ya no había dialogo, aunque el tema se diluyó”.
Además de lo que se dice de los policías, la familia de Gómez Contreras lidia con la zozobra y mortificaciones que implica la responsabilidad de trabajar por combatir a la delincuencia.
“Por eso yo le pido a la gente que nos tengan confianza. Hay errores que se deben reconocer y el gobernador Javier Duarte y el secretario Arturo Bermúdez han actuado con mano firme, y a la vez esto nos obliga a un mayor compromiso y demostrar que en los últimos años nuestra corporación se ha transformado para bien”.