Lista pavimentación de Mar Mediterráneo en Costa Verde de Boca del Río
XALAPA, Ver., 29 de julio de 2015.- En cada periodo vacacional es común observar que el ambulantaje en la ciudad crezca y, pese a las inspecciones que realiza la Dirección de Comercio del ayuntamiento capitalino, hay quienes se han “librado” de la pedida de mochadas y sobornos de los encargados de la labor de verificación.
En las calles se vende de todo, comida chatarra, enseres personales y, ahora que pronto iniciará el ciclo escolar, hasta útiles escolares.
En un sondeo realizado por Quadratín Veracruz se observa que el autoempleo es una opción para la captación de ingresos ante la falta de oportunidades laborales en Xalapa y la crisis económica.
Si bien trabajar en la calle no es el ideal de quienes ha recurrido a ello, se acostumbran, y además de cómo vender sus productos también saben “huir” de los inspectores que buscan exigir el pago de una cuota que debería ir a la tesorería municipal, aunque regularmente se queda en el bolsillo del servidor público.
Brevemente, Mariana Salgado dijo que ha sido un tanto extraño que los verificadores no se estén apareciendo por la zona de Los Lagos: “No, no han venido. Yo intento trabajar lo más que puedo porque tengo gastos y ésta es mi forma de contribuir en mi casa. A mí no me han pedido mochada por dejarme vender, pero sí sé de otras personas”.
Por su parte, un poco angustiada debido a que de un momento a otro personal de Comercio se puede presentar y retirarle su mercancía de cultivos caseros, como nopales, crucetas y flores, por mencionar algunos, Constantina Díaz Hernández, aseveró: “No los he visto. Yo siempre me pongo aquí pero por ratitos porque sí de repente se dejan venir (los inspectores), pero ahorita está tranquilo, han de andar de vacaciones”.
También Pablo Ortiz Corona, vendedor de frutas frescas y papas fritas, indicó:
“Pues yo no he tenido situaciones de ese tipo, pero mi hermano sí. Ya le han caído como tres veces y pues sí se tiene que mochar porque ésta es nuestra forma de trabajo, nuestra fuente de ingreso. No hay trabajo, así que nos dedicamos a esto, que además sólo es por temporada porque ya con el frío nadie compra de esto que vendemos”.
En tanto, Liliana Martínez Sánchez expuso: “Pues yo le pago cuota a mi lideresa, yo ya no sé qué arreglos tenga ella. De repente sí andan por aquí, sobre todo los fines de semana, pero pues la líder es quien se encarga”.
Finalmente, Susana Arcos Hernández refirió que hace algunos meses, ante su renuencia por pagar una mochada, la cuadrilla encargada de estos trabajos pretendió despojarla de sus mercancías.
“Pero mi hijo se puso abusado, recogió las cosas y se fue corriendo. Ya al cabo de los días nos volvimos a poner, desde luego con cautela porque en cualquier momento se aparecen; pero pues ni modo, de algo tenemos que vivir”.