Bryan LeBarón/A 5 años, no dejemos solo a nadie
1° de Mayo
La cita era a las diez, cerca de Palacio Municipal. A diferencia del año anterior, encontré rápidamente un taxi. Le pedí me llevara al centro, pero antes de que me diera un “no” como respuesta, le dije que hasta donde pudiera dejarme, tomando en cuenta que ningún taxista le gusta meterse tanto tiempo en el tráfico.
Accedió, y en general avanzamos rápidamente, hasta que la circulación se “alentó” debido a que estaban cerradas las principales calles del centro.
Ya no puedo avanzar más, me dijo. Y sin pensarlo dos veces pedí bajarme, no me preocupó caminar unas cuantas cuadras pues llevaba zapatos de piso.
Caminé aprisa hasta llegar a mi punto de reunión. Algunos de mis compañeros sindicales ya estaban en el lugar.
Esperamos quince, veinte, treinta minutos, una hora… mientras circulaban las tortas y los vasos con refresco de los vendedores ambulantes.
Por fortuna no hacía tanto calor, sino todo lo contrario, y el clásico clima de Xalapa apareció… un tenue chipi chipi… algunos paraguas hicieron acto de presencia mientras se escuchaba la rechifla para no esperar más y desfilar.
Otra media hora pasó; mientras, no faltaron los abusadillos ambulantes que empezaron a vender paraguas e impermeables a los que esperábamos desfilar.
Por fin empezamos a avanzar… realmente éramos pocos y se notó la ausencia de los trabajadores sindicales de algunas dependencias como Protección Civil. Bueno, después de tanta emergencia en el estado, suena lógico.
Aunque los grandes ausentes fueron los maestros sindicalizados que a diferencia de otros años no se presentaron en el programa normal del desfile. Los rumores eran varios, como que los habían detenido por la SEV, mientras que otros estaban agrupados en la Escuela Normal Veracruzana esperando a más maestros para caminar hasta Palacio de Gobierno y manifestarse contra el gobierno y la reforma educativa.
Creo que de tres a cinco minutos duró nuestro desfilar frente a autoridades gubernamentales; bueno, el gobernador ya se había ido. Claro que la formalidad del 1° de mayo así lo marca, pero el desfile del 1° de mayo es más que eso… recordar a los Mártires de Chicago que murieron por la represión de un gobierno que no quería mejorar las condiciones de los trabajadores.
Mientras caminaba, recordé algunos años anteriores en que había desfilado y ese mismo día estaba lleno de gente, de niños que iban a ver a sus papás… ayer, simplemente estaba muerto.
Rompimos filas una cuadra después de Palacio; creo ésa era la mayor urgencia… terminar, ya que la llovizna era amenazante.
Al llegar a casa y conectarme a la internet, vi que la cosa se había puesto gruesa, pues maestros se incorporaron precisamente cuando pasaba el contingente del PRI, y como ahora la amenaza magisterial era peor que la llovizna, simplemente concluyeron el desfile… no fuera a “granizarle” otra vez a Xalapa.
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