Números Rojos

I
Don Juan es lo que se puede considerar un buen ciudadano. Al iniciar el año, trata de pagar en el primer mes, el Impuesto Predial de su casa con tal de que le hagan un descuento por su pronta contribución. Tiene muchos años con un vochito, al que procura tener al corriente pagando su derecho vehicular en enero, febrero o marzo, para que no le genere ningún tipo de recargo.
Aunque tiene un salario modesto, el aguinaldo que le dieron en diciembre le permitió pagar su servicio de agua de manera anticipada.
Vive en una colonia humilde, afortunadamente con todos los servicios; sin embargo, su calle no ha sido pavimentada, por lo que cuando son épocas de lluvia, el lodo se mete a la sala y hasta el comedor de su vivienda ocasionándole grandes estragos.
II
La historia de Miguel es un poco diferente. Aunque es un alto funcionario de gobierno, con un sueldo más o menos desahogado, no le preocupa en lo más mínimo pagar sus impuestos. Tiene una camioneta y un BMW con atraso de pago de varias tenencias. Incluso está pensando en emplacar dichos vehículos en otro estado, como el Distrito Federal, el Estado de México o Puebla, ya que allá no tendría que pagar tenencia ni todo lo que paga acá en la entidad. De sus dos viviendas y un departamento que tiene, sólo el último lo tiene al corriente de pago de Impuesto Predial ya que no pierde la esperanza de que su compadre, que es Alcalde, “le haga la balona” y le condonen el adeudo como le ayudaron con el servicio del agua potable que adeudaba desde hace varios años.
III
Las dos historias anteriores son dos ejemplos de ciudadanos comunes y corrientes, como usted o como yo; incluso, es válido invertir los papeles y pensar que el incumplido es el que menos tiene ya que su sueldo no le alcanza para pagar tanto impuesto, y el cumplidor, el funcionario de gobierno porque será recíproco con el mismo sistema que le paga.
Pero ¿a qué viene hablar de cosas tristes como es el pago de impuestos?
Bueno, le cuento. En días pasados, el Gobierno del Estado de Veracruz, a través de Fernando Charleston Hernández, titular de la Secretaría de Finanzas, dio a conocer una medida que podría beneficiar hasta a 750 mil contribuyentes estatales a través de diversos programas de condonación. Sí, leyó usted bien: c-o-n-d-o-n-a-c-i-ó-n.
¿Es justo? Depende del lugar donde se esté. Si está en los zapatos de Juan, ¡desde luego que no!, ya que dirá lo que muchos contribuyentes cumplidos dicen ¿Por qué se premia siempre al moroso y no al cumplidor? Si está en la posición de Miguel, aplaudirá los programas y alabará la gran medida; es más, dirá: ¡Lo estaba esperando!
Aunque no debemos descartar que en ocasiones el “no ser un buen ciudadano” depende de otros factores y no solamente de desidia y “dejadez”, sino de falta de dinero, pues empieza con una deuda pequeña y cuando vemos, ya tenemos un cuentonón que resulta difícil de pagar.
Desde luego que la posición del gobierno es “meramente recaudatoria”, no se fija si el contribuyente cumple o no; lo importante será recaudar un poco de lo que se considera perdido.
Aclaro que este programa no condonará el impuesto, sólo las multas y los recargos que se hubiesen generado por la omisión de pago en contribuciones anteriores al año 2013 y tendrá una vigencia de 3 meses: del 15 de abril al 15 de julio.
Así que si usted tiene cuentas pendientes de Tenencia o Uso de Vehículos, Nómina, Erogaciones por Remuneraciones al Trabajo Personal, Servicios de Hospedaje y Derechos de Control Vehicular, podrá solicitar a la Sefiplan a través de la Oficina Virtual de Hacienda (OVH) o de manera personal, le condonen multas y recargos y no dejar de ser un buen ciudadano que contribuye con sus impuestos.

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