Números Rojos

I
Imagine la siguiente historia: En algún fraccionamiento de la ciudad se ha indicado a todos los habitantes que deben de barrer todos los días el frente de su casa, asimismo se ha pedido que las fachadas de sus propiedades estén bien pintadas y podadas (en caso de que tengan jardín); todo ello girado mediante una circular firmada por el presidente del patronato del fraccionamiento. Asimismo se indica que el que no cumpla con las disposiciones tendrá que ser sancionado, con una multa de 200 pesos, enfatizando también que cada día incumplido se tendrá que pagar 20 pesos, recursos que serán destinados para la mejora del fraccionamiento.
Los vecinos ante tal situación deciden lavar, barrer y pintar la fachada de sus casas con la finalidad de no pagar la dichosa multa y el recargo. Sin embargo, notan que el presidente del patronato no hace lo propio con su vivienda por lo que se preguntan: ¿El no va a pagar la multa y el recargo de lo que decretó?
Desde luego que la historia anterior es un ejercicio de imaginación, cualquier parecido con la vida real, es puritita coincidencia.
II
Un señor me cuenta: Tengo más de 10 años en el Ayuntamiento de Xalapa y estoy preocupado porque nos han estado pagando de una manera extraña. ¿Extraña? Le pregunto.
El dice que su quincena ya no se la depositan de manera completa, como en el gobernado por Elizabeth Morales, sino que se la pagan en dos partes. Me externa que todavía la primera quincena de enero la cobró normalmente, con su depósito completo, pero que a partir de la segunda quincena de enero le pagaron la mitad con depósito a su tarjeta y la otra mitad en efectivo con un recibo. La razón que le dieron en el Ayuntamiento es que así no pagaría tantos impuestos. Y la pregunta obligada sería ¿quién? ¿El trabajador o el Ayuntamiento?
Le explico: todos los mexicanos estamos obligados, mediante el artículo 31, fracción IV, a contribuir para los gastos públicos, de la federación, como del Distrito Federal o del estado y municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes.
Es decir, por todo ingreso que tengamos hay que pagar, en este caso, el Impuesto Sobre la Renta (ISR) correspondiente.
Hasta aquí suena benéfico que al empleado sólo le descuenten el ISR de la mitad de su sueldo o salario, sin embargo ¿el Ayuntamiento enterará la mitad del ISR a la Federación?
Ahora, ante la incertidumbre de las cotizaciones al Instituto de Pensiones, el señor pregunta si van a tomar su sueldo completo o su medio sueldo. El encargado sólo responde “no se preocupe, para el IPE mandaremos la nómina normal”. Luego entonces, ¿estamos hablando de una doble nómina? o ¿doble contabilidad?
III
Pero no para allí la cosa, porque si existe doble nómina, una completa y otra a la mitad, tendríamos que preguntarnos ¿Cuál consideran para pagar los impuestos estatales, específicamente el Impuesto Sobre Erogaciones por Remuneraciones al Trabajo Personal del que también es sujeto? ¿y las cuotas patronales al Instituto Mexicano del Seguro Social?
De acuerdo con el Código Financiero del Estado de Veracruz en su artículo 99 dice que son sujetos de este impuesto las personas físicas y morales que realicen las erogaciones a que se refiere el artículo anterior (98), así como los Gobiernos Federal, Estatal y Municipal, los organismos descentralizados, los desconcentrados, los autónomos y los fideicomisos de los tres órdenes de Gobierno. Luego entonces, los Ayuntamientos tendrán que pagar el 2 por ciento sobre las erogaciones gravadas para efectos de impuesto estatal ¿evadirán también una parte de este impuesto?
Es probable que ahora los del Ayuntamiento digan que sí pagan todos sus impuestos conforme a las disposiciones fiscales vigentes y que yo sólo me hago chaquetas mentales; es probable, muy probable. Aunque si es así ¿Por qué dividen el salario de los trabajadores y les pagan una parte con recibo y otra con tarjeta? Pues como dice el dicho: “No hagas cosas buenas que parezcan malas”.

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