Carlos Ramírez/Indicador político
Desnudos en el Celular
Hace una semana, el celular de mi marido murió. Fue muy extraño. Al principio marcaba sin servicio, aunque eso no es lo raro, pues teniendo de compañía a Telcel, ése es un factor constante.
Lo más curioso del caso es que al apagarlo y volver a prenderlo ya no quiso.
Desde luego que intentó revivirlo con algunas ideas de foros especialistas en teléfonos, haciéndole de todo; sin embargo, no resultó.
El siguiente paso fue llevarlo al técnico para ver qué podía hacer por él. Pero antes, la pregunta obligada a mi marido ¿tienes algo que pueda perderse? De inmediato me contestó… “tus fotos”.
Bueno, si se pierden no importa, pero…¿y si lo componen? cruzamos miradas, multiplicando los pensamientos y me apresuré a contestar… ¡Pues ya seré famosa!
No sé usted, pero en lo particular, me gustan las fotos. No me considero vanidosa para estar sacándome una foto todos los días y subirla a mi espacio en redes sociales. Pero he de confesar que disfruto sacarme imágenes en toples, choninos, pompas, desnudos y hasta de la zona de mi vientre para uso personal y de mi marido ¡por supuesto!
Bueno, eso pienso yo; porque en la actualidad, si mandamos esas fotos “prohibidas” por el celular, existe el riesgo de que alguien las intercepte y las tenga en su colección aparte de mi marido, y no precisamente porque se las haya mandado yo.
Hace aproximadamente un año, leía una nota en la que la veracruzana Salma Hayek decía que acostumbra a hacer sexting con su marido, mandándole uno que otro mensajito picante para avivar la llama de la pasión… ¿es malo? Desde luego que no. Lo malo es cuando “alguien” filtra una conversación o una foto privada en las redes sociales para hacer cyberbullyng y eso si no tiene ma…
Todo esto lo escribo, no porque me preocupe que filtren una foto mía en choninos, en topless o desnuda, sino por lo terrible que es buscar a una persona en google y lo primero que aparece como resultado es la su foto con el torso descubierto y los pechos al aire.
Precisamente hablo del caso de Xóchitl Tress, una joven que en algún momento de su vida se sacó una foto con su celular desnuda de la cintura para arriba y que ahora parece ser “la marca de un pecado terrible”. ¡Por Dios! ¡Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra!
Ja, y lo mejor de todo es que somos las propias mujeres las que la atacamos más, ¿envidia?
Aunque siempre se habló mal de la mujer, ¿Por qué no se habla mal del hombre que filtró la foto? porque esa foto Xóchitl la tomó para alguien, (a menos que la hayan tomado de su celular), alguien que definitivamente no fue, es ni será un caballero.
Ayer, Xóchitl tomó protesta en la Dirección de Espacios Educativos, y no faltó quien recordara su desnudo en las redes sociales, denostando incluso su propio trabajo y su capacidad intelectual; mostrando incluso, conductas sexistas y de poco valor y respeto hacia cualquier persona del sexo femenino.
Xóchitl sabía que seguirían recordando eso, tal vez por ello optó por una blusa sin escote en su toma de protesta; no por inseguridad o por miedo, sino como una forma de cerrar ese asunto que aún a través del tiempo siguen preguntando algunas personas por morbo o ¿por qué no? por discriminación. ¡Qué triste que sigamos viendo el cuerpo como algo pecaminoso! ¡Tan bello que es!
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